CARTUJA DE LA ASUNCIÓN

Vamos a conocer uno de los monumentos más originales de Granada: La Cartuja de Nuestra Señora de la Asunción o La Cartuja de Granada.

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Cartuja de Nuestra Sra. de la Asunción. Granada. Foto: Francisco López

Cuando llegaron los cartujos a Granada, provenientes de la Cartuja del Paular, en el municipio de Rascafría en la provincia de Madrid, a principios del siglo XVI, D. Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, les cedió dos fincas en la parte alta del Cerro de Aynadamar para que se instalaran. Los frailes, ante las dificultades de construir en la parte alta del cerro y los problemas que presentaba para su defensa, ya que estaban cerca de los moriscos del Albaycín, deciden construir en la parte baja del cerro que da mirando hacia la Vega de Granada. Esta decisión molestó al Gran Capitán que les retiró su apoyo. Esta retirada del apoyo, hizo que la construcción de la Cartuja durase tres siglos. Lo que queda en la actualidad es una pequeña parte de lo que fue el monasterio

Antes de entrar en el edificio, me parece oportuno dar unas breves indicaciones sobre la Orden Cartuja para poder comprender mejor lo que nos vamos a encontrar dentro.

La Orden Cartuja, fundada por por San Bruno en 1084, bajo la protección de San Hugo, Obispo de Grenoble. La podemos encuadrar dentro del movimiento de renovación de la Iglesia y las órdenes religiosas que surgió en el siglo XI ante el poder y la riqueza que la Iglesia había acumulado. Otras órdenes religiosas que aparecieron dentro de este movimiento de renovación fueron los Camaldulenses y los Cistercienses (muy importantes en la Historia de la Iglesia y de Occidente).

El nombre de Cartujo proviene del lugar que les señaló San Hugo para que se instalara el primer grupo de monjes con San Bruno a la cabeza: La Grande Chartreuse (Macizo montañoso cerca de Grenoble). Su lema es: «La Cruz estable mientras el mundo da vueltas». El escudo que los distingue es un círculo de cuyo centro sale una cruz que está rodeada de siete estrellas. Las estrellas representan a San Bruno y los seis compañeros que le acompañaron a visitar al Obispo San Hugo y que fueron el origen de la orden. La Orden Cartuja ha sido de las pocas órdenes religiosas que nunca ha necesitado una reforma, ya que siempre se ha mantenido fiel al espíritu con la que se creó, espíritu de sencillez, pobreza, silencio, oración y ayuno. En los monasterios cartujos nunca se come carne y solamente hacen dos comidas al día. En Adviento y Cuaresma toman una comida al día y un panecillo por cena. Los viernes ayunan a pan y agua.

La Orden Cartuja es el resultado de aunar el monacato de Oriente, basado en la vida solitaria, eremítica, con el monacato de Occidente, basado en la vida comunitaria. Por tanto, un Cartujo, tanto la rama masculina como la femenina, es un monje o monja que vive su vida en soledad, silencio, oración, estudio y ayuno, pero que tiene momentos de vida comunitaria, fundamentalmente relacionados con la oración: Laudes, misa conventual y vísperas y cuando se reúnen en la sala Capitular. Comen en sus celdas, salvo el domingo, hablan una hora el domingo, hacen un paseo semanal de cuatro horas fuera del monasterio pero sin relacionarse con nadie. No tienen radio, televisión, prensa, teléfono, ni internet. El único que recibe las noticias del exterior es el prior y si cree conveniente, por la importancia de las mismas, se las comunica a la comunidad.

Dentro de la Orden Cartuja tenemos: Padres, que son los que reciben el orden sacerdotal y cuya función es la oración y el estudio, a los que les dedican unas catorce horas diarias, y los Legos, que no se ordenan sacerdotes. Los Legos pueden ser: Conversos, que hacen votos como los Padres, y Donados, que no hacen votos a perpetuidad y que tienen que renovar su compromiso periódicamente. Los votos que hacen los cartujos son los tres normales en toda orden religiosa: pobreza, castidad y obediencia, pero, además, ellos le añaden otros dos: La conversión de costumbres (cambiar el corazón) y de permanencia en el monasterio. Para entrar en La Cartuja, se hace una selección rigurosa de los candidatos.

La vida del Cartujo gira en torno a la oración y la contemplación, por lo que se rige por las horas de rezo canónicas: Maitines, Laudes, Prima, Tercia, Sexta, Nona, Vísperas, Completas, además de por la misa conventual. Teniendo en cuenta las horas canónicas, un horario tipo de un cartujo sería el siguiente:

23:30 Oración en la celda

23:45 Maitines de la Virgen

0:15 Maitines y Laudes. Entre dos y tres horas. Al terminar, acostarse

6:30 Levantarse

6:45 Prima

7:15 Ángelus y oración en la celda

7:45 Misa conventual

8:45 Misas privadas de los Padres en pequeñas capillas

10:00 Tercia. Trabajo

12:00 Ángelus y Sexta

12:15 Comida. Tiempo libre

14:00 Nona. Trabajo

16:00 Vísperas de la Virgen

16:15 Vísperas en la iglesia. Oración

17:45 Cena. Tiempo libre

18:30 Oración

19:00 Ángelus. Completas

19:30 – 20:00 Acostarse.

A lo largo del día un Padre Cartujo dedicaba 14 horas a la oración y el estudio. Los Hermanos Legos, que no estaban obligados a realizar todas las oraciones, trabajan, como máximo, 7 horas. En algunos monasterios trabajaban, como máximo, cuatro horas.

Organización de un monasterio cartujo

En todo monasterio cartujo se distinguen tres partes:

Un gran patio en torno al cual se encontraban las celdas de los monjes, con un pequeño huerto cada una y acondicionadas para la vida en soledad

Un patio menor en torno al cual se encontraban las salas para el desarrollo de la vida comunitaria: Cocina, Almacén, Refectorio, Sala de Profundis, Sala Capitular de Legos, Sala Capitular de Padres e Iglesia.

Lugares de actividades ruidosas: carpintería, forja, pintura, cerámica, fabricación de licores, etc. alejadas lo máximo posible de las zonas de silencio.

Además, existía una hospedería (ocupada por los que mostraban predisposición para entrar en la orden, mientras conocían la forma de vida de los cartujos) y una casa prioral.

Conociendo un poco la vida y la organización de los Cartujos, ya podemos entrar en el Monasterio. El diseño general del monasterio se debe al Hermano Lego Fray Alonso de Ledesma. Como la construcción duró tres siglo se mezclan distintos estilos artísticos, intervienen distintos arquitectos y el proyecto primitivo sufrió cambios significativos. Aunque su construcción estaba acordada desde 1495, no se empezó hasta 1506 en la parte alta del cerro, pero por las razones expuestas al principio, los monjes deciden hacerlo en la parte baja; el Gran Capitán deja de financiar el proyecto y los monjes lo continúan en 1516, tras su muerte. Las últimas construcciones son de finales del XVIII. El proyecto entero nunca se llevó a cabo, ya que faltó construir el Noviciado

Vamos a acceder al recinto amurallado a través de una Portada, realizada en el siglo XVI, de estilo plateresco, por Juan García de Pradas, con arco de medio punto, rematada por una hornacina en la que hay una escultura de Nuestra Señora de la Asunción, titular del Monasterio, y con escudos de España en las enjutas del arco

Monasterio de la Asunción. Cartuja Granada.
Portada Monasterio de la Asunción. Cartuja Granada. Foto: Francisco López

Lo primero que encontramos es un gran patio. Estos patios que dan acceso al interior del monasterio se les llama compás.

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Cartuja de la Asunción. Compás. Granada. Foto: Francisco López

En el patio podemos observar un típico empedrado granadino del siglo XVI. Por una escalera monumental, realizada en piedra gris de Sierra Elvira, que fue construida por Cristóbal de Vílchez en el siglo XVII, nos plantamos delante de la portada de la Iglesia y la puerta de acceso al Claustrillo.

Cartuja de Nª Sra. De la Asunción
Escalera de acceso. Cartuja de la Asunción. Granada. Foto: Francisco López

De la Iglesia, construida entre mediados del siglo XVI y primera mitad del XVII, hablaremos más adelante; solamente deciros que la portada fue diseñada y realizada por el arquitecto Joaquín Hermoso en el siglo XVIII (1794) y en estilo Neoclásico. En la hornacina que hay rematando la portada, vemos una escultura de San Bruno, realizada por Pedro Hermoso, hermano del arquitecto.

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Cartuja de la Asunción. Puerta iglesia. Granada. Foto: Francisco López

EL CLAUSTRILLO

Después de pasar por taquilla, accedemos al Claustrillo, llamado así porque era el claustro pequeño, ya que la Cartuja tenía otro Claustro más grande en torno al cual se encontraban las celdas de los monjes. Este claustro tenía unas enormes dimensiones, ya que era un cuadrado de 53 metros de lado y poseía 76 arcos. El patio estaba poblado de palmeras, sauces, cipreses, arrayanes, entre los cuales estaban las tumbas de los monjes. Las celdas de los monjes estaban acondicionadas para desarrollar en ella la vida en soledad del cartujo. Cada celda poseía una pequeña huerta. Después de la Desamortización de 1835, en la que fueron expulsados los monjes y que supuso un duro golpe para la orden en España, el claustro grande fue derribado en 1842 y convertido en un solar. Lo último que se derribó, ya en el siglo XX, fue la casa prioral en 1943.

El Claustrillo. Este patio, construido en el siglo XVII entre las construcciones existentes, es el que organiza las dependencias que quedan actualmente del monasterio, y que eran las dependencias comunes. Este sencillo y agradable patio está rodeado por una galería de arcos de medio punto sostenidos por columnas toscanas (capitel dórico y fuste liso). Estaba decorado con una serie de cuadros relativos a la orden cartujana realizados por Vicente Carducho (1628 – 1632) y Fray Juan Sánchez Cotán (1625) Hermano lego Cartujo. Hoy, estas pinturas se encuentran en otras dependencias, fundamentalmente en el Refectorio. El patio está centrado por una fuente.

Cartuja de Granada
Claustrillo de la Cartuja. Granada. Foto: Francisco López
Galería claustrillo. Cartuja granada
Galería claustrillo. Cartuja de la Asunción. Granada. Foto: Francisco López
Claustrillo. Cartuja de Nª. Sra. de la Asunción
Claustrillo. Patio. Cartuja de la Asunción. Granada. Foto: Francisco López

EL REFECTORIO.

La primera estancia que visitamos es el Refectorio o sala de comedor.Hay que recordar que los monjes solo comían aquí los domingos y algunas fiestas especiales, aunque siempre en silencio. El resto de los días, los legos encargados de la cocina, les llevaban la comida a sus celdas.

Refectorio. Cartuja de Nª Sra. de la Asunción. Granada

Fue construido entre 1531 y 1550. Tiene planta rectangular y cubierta de crucería gótica. El suelo es de baldosas típicas cartujanas. Un banco de mampostería recorre toda la estancia. A la entrada tiene un pequeño púlpito desde donde se leía durante la comida de los monjes

Hoy, el refectorio es como un pequeño museo de pintura. Haciendo referencia a la pintura tenemos que hablar de Fray Juan Sánchez Cotán (1560 – 1627). Este Hermano Lego Cartujo nació en la provincia de Toledo y, siendo ya un famoso pintor, entró en 1603 como lego cartujo, dedicando su vida a Dios y la pintura, fundamentalmente para el monasterio. Aparte de sus obras de tipo religioso, aunque también pintó algunas profanas, destacó por sus bodegones, por los que es mundialmente conocido. Bodegones muy famosos son: Bodegón de caza, hortalizas y frutas y Bodegón con cardo y zanahorias.

Bodegón con cardo y zanahorias. Fray Juan Sánchez Cotán. Granada

Preside la sala una Sagrada Cena de Sánchez Cotán caracterizada por el naturalismo, característica de la pintura barroca. El naturalismo viene expresado en los rostros de las figuras, los vestidos, la ampulosidad de las capas y en la pelea del perro y el gato por una raspa de pescado. Hay en el cuadro una serie de detalles que parecen indicarnos que el pintor quiso situar la Santa Cena en este refectorio: el suelo típico cartujano, las ventanas, que parecen incorporadas a la pared y, sobre todo, la comida. En la cena realizada por Cristo con los apóstoles, la comida era el cordero pascual, sin embargo, en este cuadro la comida que aparece está formada por pescado, pan, rábanos, queso y fruta, que era lo que los monjes comían en el monasterio, ya que los cartujos nunca comen carne.

Sánchez Cotán, J. (h. 1618), Santa Cena, Cartuja de la Asunción. Foto: JADG.
Santa Cena. Cartuja de Nº, Sra. de la Asunción. Fray Juan Sánchez Cotón. Granada

Encima de la Cena se encuentra una cruz pintada en la pared con la técnica del trampantojo que, si no te lo indican, parece realizada en madera, tal es la maestría con la que está pintada y su perspectiva. Se dice que una paloma estuvo revoloteando para posarse sobre ella y al final cayó rendida al suelo.

El resto de los cuadros que hay en la sala los podemos clasificar en tres series. Vamos a empezar desde la cabecera.

. La primera serie la componen los tres cuadros más cercanos a la cabecera que hacen referencia al origen de la orden cartuja. Fueron pintados para estar en el Claustrillo y su autor es Fray Juan Sánchez Cotán. Esta serie se completa con otros cuadros más pequeños que se encuentran en la Sala de Profundis. La temática de dichos cuadros es el origen de la Orden Cartuja.

  • El primero hace referencia a la Resurrección de Diocres, profesor y amigo de San Bruno que resucitó para anunciarle que había sido condenado por Dios. Esto es lo que motivó a San Bruno a renunciar a este mundo. El propio pintor se representa en el cuadro mirando al espectador
  • El segundo es el Sueño de San Hugo. San Hugo, Obispo de Grenoble, había tenido un sueño en el que había visto siete estrellas que son las que aparecerán posteriormente en el escudo de la Orden y que hacen referencia a San Bruno y sus seis primeros discípulos.
  • El tercero es San Hugo recibiendo a San Bruno y sus discípulos, que de esta manera vio cumplido su sueño de la noche anterior
San Hugo recibiendo a San Bruno
San Hugo recibiendo a San Bruno. Cartuja de la Asunción. Granada. Foto: Francisco López

La segunda serie, que también se encontraba originariamente en el Claustrillo y también pintada por Fray Juan Sánchez Cotán, hace referencia a mártires cartujos.

  • Los dos primeros cuadros representan la Historia de los primeros mártires cartujos en Inglaterra: tres priores y un monje que se presentan ante el secretario de Enrique VIII, Cronwwell, para decirle que no jurarían las órdenes del rey contra el Vaticano. Los monjes son arrastrados por caballos y luego ahorcados en el patíbulo. En este cuadro, Sánchez Cotán utiliza la técnica manierista de representar varias escenas en el mismo cuadro, como ocurre, por ejemplo, en el Entierro del Conde de Orgaz de El Greco.
Martirio de Cartujos en Inglaterra. Cartuja Granada
Mártires cartujos en Inglaterra. Cartuja de la Asunción. Fray Juan Sánchez Cotán. Granada. Foto: Francisco López
  • Los dos siguientes cuadros hacen referencia a los Cartujos prisioneros en la Torre de Londres, cuadros en los que la luz juega un papel fundamental
  • En frente de los cuadros anteriores hay tres cuadros más pequeños en los que están representados los Mártires de la Cartuja de Colonia que fue asaltada en 1573 por los herejes y masacraron a los monjes. Los monjes están agrupados de dos en dos. Cada uno aparece con el objeto con el que fue martirizado. Destaca la serenidad de los monjes
Mártires cartujos de la Cartuja de Colonia
Mártires de la Cartuja de Colonia. Cartuja de la Asunción. Sánchez Cotán. Granada. Foto: Francisco López

De una serie diferente son las tres obras siguientes que se encontraban en las esquinas del claustro grande desaparecido.

  • El Calvario, con la Virgen y San Juan
Calvario. Cartuja Granada
El Calvario. Fray Juan Sánchez Cotán. Cartuja de la Asunción. Granada. Foto: Francisco López
  • Ecce Homo
  • Jesús camino del Calvario

SALA DE PROFUNDIS.

Esta sala, a la que podemos acceder por una puerta al final del refectorio, fue construida en 1600. Esta habitación servía de antesala del refectorio y en ella los monjes rezaban antes de entrar a comer. En otros monasterios había una fuente adosada a la pared para lavarse antes de entrar al refectorio. Se le llama de profundis porque en ella se rezaba este salmo penitencial durante los sufragios de Difuntos.

Preside la sala un retablo pintado con la técnica del trampantojo de tipo clasicista con una extraordinaria perspectiva. En el centro tiene un cuadro de San Pedro y San Pablo, una de las mejores creaciones salidas de la paleta de Sánchez Cotán. El cuadro está firmado en la hoja de la espada: Joannes Fecit

El Claustrillo y las dependencias comunes – Cartuja de Granada
Sala de Profundis. Altar y San Pedro y San Pablo. Cartuja. Granada.

También encontramos tres cuadros de Sánchez Cotán que hacen referencia a los inicios de los Orden Cartuja, completando los que vimos en el refectorio.

  • Lugar señalado por San Hugo para su instalación
  • Comienzo de las obras
  • Aparición de San Pedro a los discípulos para afianzarlos en la fe

Además hay otros cuadros de Sánchez Cotán: Paño de la Verónica, Crucificado y San Hugo y San Bruno de Lincoln

Como no llegó a construirse el noviciado, esta habitación y las contiguas servían de noviciado de Legos. El noviciado, en las órdenes religiosas, es una etapa de formación que prepara para la la emisión de los votos religiosos. También se le llama a la construcción en la que se encuentran los aspirantes a entrar en la orden con la adopción de los votos religiosos.

SALA CAPITULAR DE LEGOS.

Esta sala es lo más antiguo que se conserva de la Cartuja. Fue construida entre 1517 y 1519, sobre planos de Fray Alonso de Ledesma. Es de planta rectangular con bóveda de crucería apoyada sobre haces de columnillas. Al principio fue utilizada como iglesia. Se accede a ella por una puerta con arco conopial o painel, propio del final del gótico. En esta sala se reunían los Hermanos Legos para tratar los asuntos que les concernían en el monasterio.

Sala Capitular de Legos. Cartuja de Nª. Sra. de la Asunción. Granada

En esta sala podemos destacar:

Las pinturas realizadas por Vicente Carducho (1576 – 1638), pintor real. Lo más importante de su obra fue la serie de 56 cuadros que realizó para la Cartuja de El Parral. Aquí realizó una serie de cuadros, de tema cartujano, para estar expuestos en el Claustrillo. Hoy se conservan en esta sala. Estos cuadros son:

  • Peregrinos bebiendo de la fuente que mana de la tumba de San Bruno
  • San Bruno renunciando a la mitra de Regio Calabria.
  • A San Hugo se le aparece un coro de Ángeles.
  • Visión del Papa Víctor III

En la cabecera se encuentra, dentro de una urna, una escultura, realizada en mármol, de San Bruno, del escultor granadino José de Mora, dentro del naturalismo que distingue al arte barroco.

En una esquina hay una puerta que daba acceso al gran claustro donde se encontraban las celdas de los monjes, claustro que fue derribado en 1842, después de la Desamortización del monasterio. En 1943 también fue derribada la casa del Prior

SALA CAPITULAR DE MONJES.

Esta sala fue construida entre 1565 y 1567 y supone el tránsito del gótico (el primer tramo de la sala con bóveda de crucería gótica) al renacimiento (segundo trama con bóveda de cañón con casetones renacentista)

El Claustrillo y las dependencias comunes – Cartuja de Granada
Sala Capitular de Padres. Cartuja Nº. Sra. de la Asunción. Granada. Pinturas de Vicente Carducho. Virgen del Rosario de Risueño. Ecce Homo de los Hermanos García

Esta sala tenía un retablo en la cabecera con pinturas de Sánchez Cotán que ha desaparecido. Lo que sí encontramos son unas pinturas de Vicente Carducho (pintor italiano que trabajaba en la Corte española), que representan:

  • Aparición de la Virgen a San Bruno y Martirios de Cartujos. (Los vemos en la foto de arriba)

De los Hermanos García, tres sacerdotes que pertenecían a la Colegiata de El Salvador, en el Albaycín, se encuentra un Ecce Homo realizado en barro y posteriormente policromado

Del gran escultor y pintor granadino José Risueño (1665 – 1732) se encuentra una Virgen del Rosario, preciosa imagen realizada en madera policromada. Las policromías las solía realizar él, ya que era un gran pintor, de la escuela de Alonso Cano, a través de su discípulo más significado: Juan de Sevilla

Virgen del Rosario. Cartuja Granada
Virgen del Rosario. José Risueño. Cartuja de la Asunción. Granada. Foto: Francisco López

Saliendo al claustro, en la pared de la iglesia que da al mismo, encontramos cuatro capillas con pinturas de Fray Juan Sánchez Cotán que servían para celebrar la eucaristía los monjes, de manera individual y privada. Alguna de las pinturas se encuentran en la actualidad en el museo de Bellas Artes de Granada

En la pared de la iglesia hay dos puertas para entrar en ella. Por la que está más cerca de la puerta por la que hemos accedido al Claustrillo entraban los Legos, por la más alejada entraban los Padres. Al entrar comprenderemos el porqué.

LA IGLESIA

Plano de la Iglesia y la Sacristía. Cartuja de Nª. Sra. de la Asunción. Granada

Accedemos a ella por la puerta de los legos. La iglesia empieza a construirse a mitad del siglo XVI, pero se interrumpe pronto la construcción y se vuelve a retomar en el primer tercio del siglo XVII. Se le encarga a Cristóbal de Vílchez, que fue, también, el constructor de la escalera monumental de acceso. La iglesia está terminada en 1662. Su interior es de una sola nave, realizada en cantería y cubierta con bóveda de arista. Aunque el interior está dividido en partes, la decoración es uniforme y utiliza el yeso para esculturas, hornacinas y marcos de los lienzos que encontramos en las paredes.

Iglesia de la cartuja. Granada
Iglesia de la Cartuja de la Asunción. Granada. Foto: Francisco López

En una de las esquinas exteriores se encuentra la única torre que se construyó, ya que, en principio, estaban programadas cuatro. Está dividida en tres tramos:

  • A los pies de la iglesia se encuentra la zona para el pueblo, separada de la zona de legos por una verja baja. Se accede por la puerta principal de la iglesia que da al patio o compás
  • En la zona central se encuentra el coro de legos, separado del coro de Padres por un extraordinario cancel. Se accede a ella desde el claustrillo, por donde hemos entrado nosotros
  • En la zona que da al Presbiterio se encuentra el coro de Padres. Es la zona más amplia y se accede a ella, también, desde el claustrillo y la puerta está ricamente decorada, demostrando la importancia de los que entraban por ella.

En el Coro de Legos debemos fijarnos en el extraordinario cancel que lo separa del Coro de Padres. Está concebido como dos retablos unidos por una puerta central que permite el acceso de los Legos hacia el altar. Es una construcción barroca del siglo XVIII, realizada en madera policromada. En los retablos laterales, cada uno con su altar, encontramos dos grandes obras de Fray Juan Sánchez Cotán: El Bautismo de Cristo y El Descanso en la huida a Egipto. El bodegón que se representa en este último cuadro (pan, queso y cuchillo) nos recuerda los grandes bodegones que pintó. La puerta es uno de los mejores ejemplos que existen de Taracea granadina, realizada en madera con incrustaciones de conchas, nácar, marfil, plata y distintos tipos de maderas. Nos sirve para ir abriendo boca para lo que vamos a encontrar en la Sacristía. El conjunto está rematado con una hornacina en la que se encuentra un Nazareno de Alonso de Mena (padre del gran Pedro de Mena) y un Crucificado

File:Pinturas en el coro de legos, Cartuja de Granada.jpg - Wikimedia  Commons
Coro de Legos. Cancel. Cartuja de Nª. Sra. de la Asunción. Granada

El Coro de Monjes , ocupa el último tramo de la iglesia.

Cartuja de Granada – Real Monasterio de Nuestra Señora de la Asunción de la  Cartuja
Coro de Frailes y Presbiterio. Cartuja de Nª. Sra. de la Asunción. Granada

El coro de los monjes con sillería de madera, un dosel corrido rematado con crestería, tiene forma de U. El cuerpo superior del paramento (pared) de toda la iglesia está profusamente decorado con motivos florales y geométricos, marcos de hojarasca, y hornacinas con santos realizado todo ello con yeso, lo que acentúa la luminosidad del recinto. Todo estaba preparado para ser policromado, pero la falta de recursos hizo que solamente se policromara la zona del presbiterio. Si nos fijamos en las paredes, descubrimos una serie de cuadros que fueron pintados por el granadino Pedro Atanasio Bocanegra (1638 – 1688), discípulo de Alonso Cano, en el siglo XVII (1670), siendo la temática mariana: Nacimiento, Presentación, Desposorios, Anunciación, Visitación, Inmaculada, Asunción, destacando la belleza de los rostros femeninos y detalles muy propios del realismo barroco

El Presbiterio. Separado del coro de frailes por unas gradas, tiene forma poligonal y cúpula oval. En el centro se encuentra un Baldaquino (especie de templete con cuatro columnas que sostienen una cúpula o dosel plano, destinado a cobijar el sagrario) de madera, tallado por el cordobés Francisco Hurtado Izquierdo (1669 – 1725), con incrustaciones de espejos, que cobija una imagen de la Asunción de la Virgen del escultor José de Mora.

Monasterio de La Cartuja de Granada
Presbiterio y Baldaquino de la Cartuja de Nª. Sra. de la Asunción. Granada

Rematando el presbiterio encontramos dos cuadros que representan a «Los Apóstoles mirando la tumba vacía de la Virgen» y «la Asunción de la Virgen», de Atanasio Bocanegra.

En los laterales, esculpidas en yeso y enmarcadas, aparecen las figuras de San Bruno y San Juan Bautista. También se encuentran otros cuadros de Atanasio Bocanegra: Adoración de los Reyes, Adoración de los Pastores y La Virgen del Rosario, además de cuatro pequeños cuadros de Sánchez Cotán que representan la Pasión de Cristo

EL SAGRARIO O SANCTA SANCTÓRUM

Se encuentra situado detrás del presbiterio. Es, junto a la Sacristía del Monasterio, la Basílica de San Juan de Dios y el Camarín de la Virgen del Rosario, en Santo Domingo, el culmen del barroco granadino, y uno de los espacios más singulares del barroco mundial. Llama la atención que esté oculto a la vista de los fieles. Creo que la explicación es bastante sencilla. Es el espacio sagrado por excelencia y el Cartujo se encuentra con Dios en el más profundo silencio y en la más absoluta soledad, fuera de la vista de los demás. Dios y el hombre a solas.

La Granada de Luneta: MONASTERIO DE CARTUJA - Sancta Sanctórum - Sacristía
Sancta Sanctórum. Tabernáculo. Cartuja de Granada

Fue construido entre 1704 y 1720 por el gran arquitecto cordobés Francisco Hurtado Izquierdo. Es de planta cuadrada rematado por un cúpula semiesférica que se apoya sobre arcos sostenidos por dobles columnas corintias en cada uno de los extremos. La sorpresa que nos causa este espacio es el resultado de la conjunción de arquitectura, escultura, pintura y riqueza de materiales que le proporciona una gran teatralidad, muy del gusto barroco. Todo está orientado a la glorificación de la Eucaristía como fuente de la Gracia Divina y la exaltación de las virtudes cartujanas. Si no nos metemos en la mentalidad del cartujo no podemos comprender cómo una orden donde la pobreza es su seña de identidad, junto al silencio y la soledad, pudo realizar esta obra. Lo podemos resumir en: Todo para Dios, nada para mí

El espacio está centrado por un Tabernáculo de distintos tipos de mármoles, en el que destacan ocho columnas salomónicas de color negro que, con su movimiento sinuoso, nos invitan a levantar la mirada llevándonos a la cúpula presidida por la Eucaristía y la Santísima Trinidad. En el centro del Tabernáculo había una urna de plata y cristal para adorar la Sagrada Forma y que fue robada por las tropas francesas del general Sebastiani que ocuparon Granada entre 1810 y 1812. Posteriormente esta urna fue sustituida por otra de maderas preciosas. Rematando el templete hay una escultura de la Fe, realizada por José Risueño.

Para comprender este espacio, hay que saber interpretar el programa iconográfico, tanto de la pintura como de la escultura. Es tan amplio que daría para una tesis doctoral. Voy a intentar explicarlo lo más brevemente posible.

La escultura. Llama la atención que, en tan poco espacio, haya tantas esculturas. Todas tienen su sentido. Globalmente representan las virtudes cartujanas y a santos muy significativos para la Orden.

En las esquinas de la estancia, entre columnas corintias pareadas y bajo unos paños desplegados (lo que le da una gran teatralidad) por putti o ángeles desnudos, realizados por José Risueño, se encuentran las esculturas más grandes del recinto, representando cuatro santos de especial significado para los cartujos: San José, símbolo del silencio (no se recoge ni una sola palabra suya en los evangelios) y San Bruno, fundador de la orden, realizados por José de Mora. San Juan Bautista patrón de la orden (se retiró al desierto), realizado por José Risueño, y Santa María Magdalena (pecadora arrepentida y seguidora de Cristo) del escultor sevillano Pedro Duque Cornejo

Cartuja de la Asunción. Granada. María Magdalena.
Maríam Magdalena. Duque Cornejo. Cartuja de la Asunción. Granada. Foto: Francisco López

Para el estudio de las esculturas que se encuentran en las esquinas del Tabernáculo y en los paramentos de las paredes que cierran la sala, he utilizado un estudio publicado por José Vallejo Prieto que se basa en una obra publicada en 1593 por Césare Ripa, titulada Iconología, que es una colección de Alegorías para representar virtudes, vicios, sentimientos y pasiones humanas. La realización de las esculturas, aunque se atribuyen a José Risueño, es discutida, ya que Gómez Moreno y Gallego Burín las atribuyen a Risueño, pero Domingo Sánchez Mesa las atribuye al taller del escultor sevillano, aunque trabajó bastante para Granada, Pedro Duque Cornejo. Sea quien sea el autor, las obras son de una altísima calidad.

Entre las ocho columnas salomónicas negras de los ángulos del tabernáculo destacan cuatro esculturas alegóricas de José Risueño que representan virtudes cartujanas: La Verdad, la Integridad, el Examen de conciencia y la Frugalidad.

Las esculturas que encontramos en las paredes de cierre del recinto, también representan virtudes cartujanas: La Obediencia, la Vigilancia, la Mansedumbre, la Paz, la Compunción y la Caridad. Para poderlas distinguir por este orden, vamos a empezar por el lado del Evangelio (si miramos desde el altar hacia los pies de la iglesia, el lado de la Epístola queda a la izquierda y el lado del Evangelio a la derecha)

  • Sobre el óculo (ventana redonda que da a la capilla lateral) del lado del Evangelio, reposa una escultura de una mujer joven cuya mano derecha está aprisionada por un yugo. Representa la Alegoría de la Obediencia
  • En el mismo lado hay otra imagen de una joven con un libro en la mano y, probablemente, una lámpara en la mano izquierda (símbolo de las vírgenes del evangelio). Representa la Alegoría de la Vigilancia.
  • En la pared del fondo aparece una dama con un borrego en la mano izquierda, acariciándolo con la derecha. Es la Alegoría de la Mansedumbre.
  • Formando pareja con la anterior, hay una joven con vestimenta militar romana, con corona de laurel y portando un báculo o vara en la mano. Es la Alegoría de la Paz
  • Sobre el óculo del lado de la Epístola encontramos una figura femenina con un corazón en la mano izquierda y, en la derecha, parece que sostenía una vara o un cilicio. Es la Alegoría de la Compunción
  • Por último, encontramos la imagen de un mujer adulta y descalza, con un corazón en llamas en la mano derecha. Es la Alegoría de la Caridad.

La pintura que encontramos sobre los muros, arcos y cúpula es obra del pintor cordobés Antonio Palomino, nacido en Bujalance, 1655, y muerto en Madrid, donde fue pintor de cámara de Carlos II, en 1726. Palomino está considerado el mejor pintor mural de su época. Hombre de gran cultura, parece que fue el que ideó todo el programa iconográfico del Sancta Sanctórum. Estuvo ayudado por José Risueño

La pintura, presente en toda la estancia, es de una gran complejidad simbólica, pero toda ella está orientada a enaltecer la Gracia Divina que se nos transmite a través de la Eucarístia. Para dar una pequeña información de la misma he seguido el trabajo de Sira Gadea titulado: «El Sagrario y la Sacristía de la Cartuja de Granada»

En la parte frontal del arco de entrada, lo mismo que en el intradós (parte baja) del mismo, aparecen figuras del Antiguo Testamento, pinturas que parece que fueron pintadas por Risueño, colaborador de Palomino.

En las pechinas (triángulos curvos sobre los que se apoya la cúpula) están los Apóstoles que a través de los Evangelios comunican la plenitud de la Gracia. Los cuadros de las paredes representan escenas del A. Testamento que prefiguran la Gracia divina.

En la cúpula se representa la La Jerusalem Celestial donde reina la Santísima Trinidad, rodeada de ángeles, coros celestiales, la Virgen rodeada de vírgenes mártires, profetas, San Juan Bautista, patriarcas, anacoretas, doctores de la Iglesia, fundadores de órdenes religiosas, etc. Mención especial merece la figura de San Bruno que sostiene la bola del mundo coronada por una custodia. ¿Quién le da la fuerza a San Bruno para realizar esa titánica misión? La respuesta está debajo de él: la FÉ (figura femenina con los ojos cerrados).

Pintura mural: La Jerusalén Triunfante. Cúpula del Sancta Sanctorum. Cartuja de la Asunción.Granada

En los laterales se encuentran dos capillas, probablemente realizadas después de la muerte de Hurtado Izquierdo, que presentan dos óculos a través de los cuales se puede ver al Santísimo depositado en el Tabernáculo y desde las cuales los monjes podían adorarlo. Parece como si los monjes no quisieran romper el silencio del Sancta Sanctórum. En el interior de las mismas, encontramos dos esculturas de Duque Cornejo, la Magdalena y la Inmaculada Concepción, y dos cuadros de Sánchez Cotán, la Huida a Egipto y un Crucificado.

Salimos de este maravilloso recinto para dirigirnos a otro no menos extraordinario: la SACRISTÍA.

LA SACRISTÍA

Me acuerdo que, hace años, había una señora que cuidaba el monumento y cuando los que visitábamos la Cartuja íbamos a llegar a la puerta de la Sacristía, la cerraba y estando todos delante de ella, la abría de golpe para que quedáramos impresionados. ¡Conseguía lo que buscaba!

Comprendiendo que a todo el mundo no le gusta este barroco tan exaltado, podemos decir que la Sacristía es una de las grandes joyas del barroco, no sólo nacional.

Sacristía Cartuja de la Asunción. Granada
Sacristía. Cartuja de la Asunción. Granada. Foto: Francisco López

Sobre su autoría hay serias dudas, ya que empezó a construirse en 1732 y hacía unos años que había muerto Francisco Hurtado Izquierdo. La opinión más extendida es que se construyó sobre planos de Hurtado Izquierdo, pero que dirigió las obras José de Bada y Navajas, arquitecto que le sucedió en obras como la Catedral de Granada y la Iglesia del Sagrario. También se piensa que pudo ser el Hermano Lego Fray José Vázquez el que controlara toda la obra. La estética del recinto es muy de Hurtado Izquierdo: Mármoles, estuco, carpintería, pinturas, que con el uso de la luz que entra por las ventanas y el óculo de la cabecera lo configuran como uno de los exponentes más destacados de la fase final del barroco español.

La Sacristía es de planta rectangular, con nave dividida en cuatro tramos desiguales cubiertos con bóveda de cañón, crucero cubierto con bóveda elíptica, y en el ábside un retablo, por lo que su apariencia es la de una verdadera iglesia. Está considerada como la mayor sacristía del mundo. La grandiosidad del recinto viene acentuada por el vacío central, la blancura y luminosidad de sus paredes y el suelo romboidal que incrementa la sensación de profundidad. La decoración con formas abstractas y geométricas en el estuco de las paredes, juega con características muy propias del barroco: la apariencia y la imaginación.

Cartuja de la Asunción.
Cartuja de la Asunción. Detalle de la decoración. Granada. Foto: Francisco López

Nos podíamos preguntar ¿por qué son tan grandes las sacristías de los monasterios y conventos masculinos y las catedrales? Porque cada miembro de la comunidad o del colegio catedralicio necesita tener su sitio para las vestimentas sagradas que usa para la celebración de los oficios divinos.

El contrapunto al blanco de las paredes es el zócalo jaspeado de las canteras de Lanjarón, lo mismo que el retablo.

Retablo. Cartuja de la Asunción
Sacristía. Retablo. Cartuja de la Asunción. Granada. Foto: Francisco López

El jaspe es una roca sedimentaria formada por compactación, cementación o recristalización de materiales depositados en un lugar. Suele tener gran diversidad de colores combinados y, en algunos casos, de una gran simetría, Un ejemplo muy importante lo tenemos en el retablo de piedra, el cuerpo inferior, de la Basílica de las Angustias.

El retablo, como ya hemos dicho, es de jaspe de las canteras de Lanjarón. Está dividido en dos cuerpos (divisiones horizontales) y tres calles (divisiones verticales) separadas por columnas. En la calle central encontramos dos esculturas; en el cuerpo inferior una escultura de San Bruno, copia de la que se conserva en la Real Academia de San Fernando de Madrid del escultor Manuel Pereyra. En el cuerpo superior encontramos una Inmaculada.

Un elemento fundamental en la Sacristía es la carpintería. El mobiliario, compuesto por cajoneras, alacenas y la puerta de entrada, es un extraordinario trabajo de taracea cartujana realiza por el lego Fray José Manuel Vázquez en la que mezcla ébano, palo santo, concha, marfil y plata.

Cartuja de la Asunción. Puerta alacena
Cartuja de la Asunción. sacristía. Puerta alacena. Fray José Manuel Vázquez. Foto: Francisco López

Las pinturas se deben, en su mayor parte, al lego Fray Francisco Morales, discípulo de Antonio Palomino, el que pintó el Sancta Sanctórum, y constan de seis escenas de la Vida de Cristo, dos cuadros de Santas Cartujanas y un cuadro de San Bruno. También vemos dos cobres, uno de Atanasio Bocanegra que representa el Cristo de la Expiración y el otro de Fray Juan Sánchez Cotán representando a la Inmaculada.

Los frescos de la bóveda, pintados por por Tomás Ferrer, representan a santos y escenas relacionadas con la Orden Cartuja: San Juan Bautista, San Bruno y junto a él otras figuras.

He dejado para el final una pequeña escultura que se encuentra en una hornacina a la derecha del altar, que representa a San Bruno, realizada por José de Mora (1642 – 1724). Está considerada una obra maestra. Este escultor, originario de Baza, se formó en el taller de su padre Bernardo de Mora, y también recibió influencias de dos de los grandes artistas del barroco español: Pedro de Mena y Alonso Cano.

Cartuja de la Asunción. San Bruno
Cartuja de la Asunción. Granada. San Bruno. José de Mora. Foto: Francisco López

Con esto, terminamos nuestra visita a este lugar extraordinario por la piedad que se vivió en él y por su arte. La pena es que muchos de los que visitan esta ciudad, incluso los propios granadinos, no conocen este lugar. Potenciamos mucho los centros de las ciudades y dejamos de lado aquello que nos resulta más periférico. Como diría un castizo: «ellos se lo pierden«.

Solamente os pido que me perdonéis si he sido un poco pesado. ¡Vale la pena serlo!

Bares y Restaurantes

Mi idea no es dar a conocer los restaurantes que aparecen en las guías turísticas y que ofrecen como atractivo principal las vistas de la Alhambra, caso del Carmen Mirador de Aixa, Las Tomasas restaurante, Mirador de Moraima, Juan Ranas, el nuevo que van a abrir Bajo de Guía, o los que se encuentran situados en el Paseo de los Tristes y en el entorno de Plaza Nueva. Lo que pretendo es darles a conocer algunos sitios en la parte alta del Albaicín donde puedan sentarse a tomar una cerveza o un vino con su buena tapa, tomarse una raciones variadas o comer tranquilamente

La «Entraiya» Taberna – comedor

Este bar, situado en la C/ Pagés nº 15, abrió en el año 2002. Sus dueños, Rafa y Mari Carmen, tienen una larga tradición en el campo de la restauración ya que están relacionados, familiarmente, con una de las instituciones gastronómicas del Albaicín: «Casa Torcuato».

El establecimiento consta de barra y comedor en una sola planta. Desde la barra se puede observar cómo se trabaja en la cocina, ya que es una cocina abierta hacia el  público.

Una de las cosas que más me gusta es el ambiente que se encuentra uno dentro. Los clientes , en su inmensa mayoría, son albaicineros de toda la vida por lo que es muy fácil entablar con ellos conversación. La confianza entre los dueños y los clientes es mutua.

Rafa y Mari Carmen, en la cocina, y Antonio, en la barra, son el alma mater del establecimiento. Los podéis saludar en mi nombre (Paco, el señor que viene andando desde la estación de autobuses)

El establecimiento es ideal para tomarse unas cervezas, refrescos o vinos con las típicas tapas granadinas de pescado, berenjenas, patas de calamar, albóndigas con patatas fritas, etc. todas ellas servidas abundantemente. También podemos pedir unas raciones de una carta amplia, destacando sus generosas y exquisitas frituras mixtas de pescado

Si queremos hacer algo más formal, podemos pasar al comedor donde también les van a atender perfectamente y donde podrán encontrar, a parte de un menú del día compuesto por dos platos a elegir entre una gama bastante amplia, pan, vino y postre, una carta abundante destacando los guisos caseros, en los que me insistió mucho Rafa.

Horario: De miércoles a domingo de 11:00 a 16:30 horas

Viernes tarde a partir de las 20:30 horas

Sábado tarde a partir de las 21 horas

Cerrado lunes y martes

 

Horno de Paquito

Este establecimiento inició su actividad en el año 2000. Anteriormente fue un horno de pan durante casi 100 años. Su primer dueño fue D. Francisco Fernández. Actualmente los dueños son los hijos e hijas de Francisco. Después de leer estas primeras líneas se habrán dado cuenta del porqué del nombre.

Esta ubicado en una de las plazas más conocidas del Albaicín: la Plaza Aliatar. En esta plaza hay otros dos bares

El establecimiento consta de una zona interior y una terraza instalada en la misma plaza. No tiene comedor propiamente dicho, ya que no se ofrecen comidas.

La terraza es un lugar agradable donde sentarse, oyendo el rumor del agua de la fuente que centra la plaza,  y tomar algo con su correspondiente tapa o ración. En muchas ocasiones, la gente que se sienta en las terrazas está acompañada por la música de artistas callejeros

Cuando estuve hablando con una de las hijas de D. Francisco para que me comentara las tapas y raciones que ella consideraba como la especialidad de la casa, me destacó lo siguiente:

Tapas: Caracoles, patatas bravas y pescado frito

Raciones: Manitas de cerdo, rabo de toro y medallones de merluza con gambas y almejas

Horario: de 12 a 24 horas

 

 

 

Plazas del Albaicín: 2ª Ruta

Nuestra segunda ruta va a discurrir por la parte más llana del barrio, aunque  haya que subir algo en algún momento.

Comenzamos nuestro recorrido en la Acera de San Ildefonso, muy cerca de uno de los monumentos más importantes que tiene la ciudad: El Hospital Real, y también cerca de los jardines más conocidos, si exceptuamos los de la Alhambra, Los Jardines del Triunfo

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Acera de San Ildefonso. Foto: Francisco López

Este espacio no tiene catalogación de «plaza», pero después de lo visto en la parte alta del Albaicín, podemos nosotros asignarle tal denominación.

Aquí nos encontramos, para mi gusto, con una de las iglesias más bonitas de Granada, no solo por su situación, que la hace muy fotogénica, sino por sí misma.

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Iglesia de San Ildefonso. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

La Iglesia de San Ildefonso, al que vemos en la hornacina que hay en la portada recibiendo la casulla, fue construida entre 1553 y 1559 en un estilo renacentista ya consolidado, pero con importante influencia de lo mudéjar, reflejado en sus cubiertas de madera, de las mejores que se conservan en Granada. Posee una espléndida portada renacentista, muy del estilo de Diego de Siloé, y un retablo barroco de los más importantes de la ciudad. En este retablo, realizado en 1717, intervino uno de los grandes escultores barrocos granadinos: José Risueño

Es fácil que la encontréis abierta y podáis pasar a su interior para admirar sus artesonados y su retablo mayor. En las capillas hay unas pequeñas cartelas que nos indican lo que vamos viendo.

Seguimos en dirección a Puerta Elvira, pasando por delante de lo que hoy es un acuartelamiento militar, pero que en su origen fue uno de los grandes conventos granadinos fundados por los RR. Católicos: San Francisco (Franciscanos), San Jerónimo (Jerónimos), Santa Cruz la Real (Dominicos) y La Merced (Mercedarios)

Conventos de El AlbaicínConvento de la Merced. Acuartelamiento militar. Granada. Foto: Francisco López

El primitivo convento se levantó en 1492 en el barrio de San Lázaro, bajo patrocinio de los RR. Católicos. En 1514 se les cedió a los frailes el terreno sobre el que se levanta actualmente. Se construyó entre los siglos XVI – XVII en torno a un gran patio central. Posee ricos artesonados mudéjares en la iglesia y, sobre todo, en su Capilla Mayor. Fue desamortizado en 1836 y, desde entonces , es un acuartelamiento militar, habiendo sido sede del Gobierno Militar de Granada. Hoy en día forma parte del MADOC. Gracias a un pase especial pudimos hacer una visita en grupo. Gracias a esa visita he podido elaborar y fotografiar (lo que estaba permitido) lo que les escribo a continuación

En la construcción del convento podemos distinguir claramente dos partes:                   . La iglesia. Construida en el siglo XVI a partir de 1530 es de cruz latina de estilo Gótico – Mudéjar. En la actualidad ya no existe como tal puesto que tras la Desamortización de 1835 fue desmantelada al convertirse en un establecimiento militar. Las armaduras de madera del crucero y la Capilla Mayor fueron desmontadas t se encuentran en los Museos del Patronato de la Alhambra. Las esculturas se repartieron entre distintas iglesias de Granada, principalmente en la cercana iglesia de San Ildefonso.

De la iglesia nos queda la cubierta de madera de estilo mudéjar de la nave central, hoy sala de reuniones del Madoc. Es una cubierta de Par y Nudillo ataujelada con decoración de lazo, piña de mocárabes y con tirantas

. El Convento. Empezó a construirse en 1620 y se terminó hacia 1650. Nos encontramos en pleno Barroco.                                                                                                                                     Accedemos a su interior a través de una puerta adintelada rematada con frontón partido, hecha en piedra de Sierra Elvira. Nos introducimos en un amplio zaguán que nos conduce al Claustro en torno a un amplio patio peristilado, es decir, rodeado de columnas, columnas de estilo toscano (con fuste liso) realizadas en piedra de Sierra Elvira

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Convento de la Merced. Granada. Patio. Foto: Francisco López López

El patio tiene 36 columnas, 9 en cada lado. Como elemento decorativo dispone, entre los arcos, de discos, unos lisos y otros con el emblema de la Orden Mercedaria. Las bóvedas del claustro son de arista, estando separadas unas de otras con tirantes de hierro.

En el patio nos encontramos una fuente de dos cuerpo, en el centro, y con un pozo en uno de los extremos

Enfrente de la puerta de acceso al patio se encuentra la escalera principal por la que se accedía a los dormitorios. Es una escalera de tres tramos y con barandilla realiza con piedra de Sierra Elvira.

Convento de la Merced. Escalera principal
Convento de la Merced. Escalera principal. Granada. Foto: Francisco López

Cubriendo la escalera se encuentra, probablemente, la joya del edificio. Una cúpula elipsoidal apoyada sobre pechinas. La cúpula se realizó en torno a 1628, siendo atribuida a Alonso de Mena, padre del gran Pedro de Mena, o a su entorno más cercano. Las figuras están hechas en yeso policromadas. 

Convento de la Merced. Escalera principal. Cúpula
Convento de la Merced. Escalera principal. Cúpula. Granada. Foto: Francisco López

El motivo de esta cúpula fue exaltar la figura de la Virgen Inmaculada, devoción muy arraigada en España y, de manera especial, en Granada, ciudad que fue la primera, por acuerdo de su Ayuntamiento, en defender esta prerrogativa de la Virgen, a la que erigió un «Triunfo» en el que Alonso de Mena fue el escultor de la imagen de la Virgen y recordar las grandes figuras de la Orden Mercedaria.

En el centro se encuentra la imagen de la Inmaculada vestida de blanco con adornos en oro, colores del hábito de la Orden Mercedaria.

Convento de la Merced. Cúpula. Inmaculada
Convento de la Merced. Cúpula. Inmaculada. Granada. Foto: Francisco López

Descripción de la cúpula.                                                                                                                      En el eje longitudinal (el más largo), se encuentran San Pedro Nolasco, fundador de la Orden en 1228, Orden que se dedicaba a redimir y rescatar a cristianos cautivos de los musulmanes, y, en el otro lado, Jaime I, El Conquistador, gran protector de la Orden.

Al lado de San Pedro Nolasco se encuentran dos santos de la Orden: San Pedro Armengol San Ramón Nonato ( sería interesante leer algo sobre sus vidas para ver el martirio que sufrieron y , así, entender cómo están representados

Al lado de Jaime I se encuentran: su hijo Sancho I y el Beato Pedro Américo

Al lado de la Virgen aparecen dos modelos de santidad de la rama femenina de la Orden Mercedaria: Santa María de Cervellón, fundadora de la rama femenina de la Orden en 1265 y la Beata Colagia Mariana de Jesús (copatrona, con San Isidro, de Madrid)

Por último, en las pechinas sobre las que se apoya la bóveda, aparecen otros personajes, modelos de santidad: San Antonio Abad, San Lorenzo, Santa Catalina y Santa Librada

Llegamos a la Plaza del Triunfo.

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Plaza del Triunfo. Granada. Foto: Francisco López

En primer lugar hay que hacer una aclaración: la Plaza del Triunfo es donde se encuentra la Puerta de Elvira; lo que normalmente llaman el Triunfo, es decir, donde están los jardines, la fuente y la columna con la estatua de la Virgen, se llama Jardines del Triunfo. En segundo lugar, para entender el nombre de la plaza, hay que saber de dónde viene la palabra «Triunfo». Este nombre se le dio en España a monumentos que se levantaron en honor a la Inmaculada Concepción en el siglo XVII, ya que España fue la gran defensora de este dogma cristiano antes de ser proclamado por la Iglesia en el siglo XIX. Concretamente, Granada fue la primera ciudad española que juró defender el dogma de la Inmaculada Concepción y, para conmemorar aquel juramento, se erigió un Triunfo dedicado a la Virgen (es el «triunfo» de la Virgen sobre el pecado), construido entre 1626 y 1631 bajo la dirección de Alonso de Mena. Si nos fijamos bien, nos recuerda a las Columnas conmemorativas romanas (ejemplo, la Columna Trajana), aunque adornada con elementos propios de la iconografía cristiana

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Triunfo de la Virgen. Jardines del triunfo. Granada. Foto: Francisco López

Al quedar aislada la imagen al construirse la Escuela Normal de Magisterio (situada al principio de la Gran Vía, a mano izquierda, hoy sede de distintas delegaciones de la Junta de Andalucía), en los años 60 se traslada el monumento a la ubicación actual en los Jardines del Triunfo. Detrás de la antigua Escuela Normal de Maestros se encuentra la Plaza de la Libertad. En una esquina de la misma se encuentra un monolito que nos recuerda el lugar del ajusticiamiento de la granadina Mariana Pineda

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Plaza de la Libertad. Monolito en memoria de Mariana Pineda. Granada. Foto: Francisco López

En la Plaza del Triunfo destaca la Puerta de Elvira, llamada así porque de aquí partía el camino que conducía  a Medina Elvira (que fue la capital de la Cora o provincia musulmana hasta que ésta se trasladó a Granada).  Era la puerta principal de acceso a la ciudad amurallada. La primitiva construcción es del siglo XI, zirí. Fue remodelada por los nazaríes en el siglo XIV. Lo que ha llegado a nosotros es parte de la construcción nazarí, ya que gran parte del conjunto en el que estaba integrada fue derribado

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Arco de Elvira. Granada. Foto: Francisco López

Atravesamos Puerta Elvira y entramos en la C/ Elvira, una de las calles más conocidas de Granada y que supone uno de los límites del barrio del Albaicín, concretamente el lado oeste.  Su nombre nos retrotrae a los Iberos (Ihverir), romanos (Ilíberis, Eliverri), musulmanes (Libira, Ilbira), cristianos (Elvira). Es una calle con historia. En ella nos vamos a encontrar: La Capilla de San Juan de Dios, La Iglesia y Torre de San Andrés, la Iglesia de Santiago y la Iglesia del Corpus Christi o de Los Hospitalicos .

Nosotros no vamos a hacer todo el recorrido porque tomaremos la C/ Calderería Nueva ( la calle de las teterías) para llegar a la Placeta de San Gregorio

Esta placeta, que, como verán ustedes, es un espacio pequeño, tiene su interés porque es un lugar donde se reúnen artistas callejeros que montan aquí sus espectáculos y amenizan, tanto a los que están  sentados en las terrazas como a los que tienen esto como lugar de paso hacia otras áreas del Albaicín

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Plaza de San Gregorio Bético. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

 

Lo más interesante, desde el punto de vista artístico, es la Iglesia de San Gregorio Bético. El origen de esta iglesia fue una pequeña ermita que mandaron levantar los Reyes Católicos donde eran martirizados los cristianos en época musulmana. Las actuaciones sobre la iglesia hasta verla como la vemos en la actualidad se extendieron desde el siglo XVI al XVIII. Sufrió desperfectos en 1936, siendo restaurada en 1938. Tanto la Iglesia, donde se expone el Santísimo de manera permanente, como el convento en el que está integrada, donde viven las Esclavas del Santísimo y la Inmaculada, son un remanso de paz entre el bullicio y el ruido que las rodea.

De la placeta salen dos calles: a la derecha, San Juan de los Reyes y a la izquierda, San Gregorio. Nosotros subimos por San Gregorio. Al inicio de la Plaza de San José se encuentra la casa donde nació el cantaor Enrique Morente.

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Casa donde nació Enrique Morente. Albaicín. Foto: Francisco López

Enfrente de la casa está  la Placeta de Porras. En esta placeta se encuentra la Casa de Porras

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Casa de Porras. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

Esta casa – palacio, estuvo ocupada desde 1497 por la familia Porras, concretamente se nombra a un tal Alonso de Porras.

Se construye bajo los cánones artísticos renacentistas (portada, patio, columnas), pero con fuerte influencia de lo mudéjar (cubiertas, columnas con zapatas de madera).

La fachada está organizada en dos cuerpos: el primero, en torno a la puerta, que se encuentra rematada por un arco rebajado rectilíneo y enmarcada por dos pilastras toscanas y un entablamento. El segundo cuerpo se organiza en torno a una ventana que está flanqueada por dos columnas dóricas adosadas. En este segundo cuerpo aparece un escudo nobiliario que no se corresponde con la familia de los Porras y que puede ser de sus anteriores inquilinos, aunque no se conoce con certeza a qué familia pertenece

El interior se estructura en torno a un patio central con columnas toscanas en la parte baja. La parte superior del patio tiene doble piso en los frentes norte y este, con balaustrada. Las columnas del piso superior tienen capital corintio sobre el que se apoyan grandes zapatas de madera

Durante un tiempo fue casa de vecinos hasta que fue recuperado por la Universidad y, en la actualidad, funciona como Centro de Estudiantes, por lo que es visitable en horario lectivo.

A la misma Placeta de Porras da el Carmen de los Cipreses lugar de reunión de los intelectuales granadinos del XIX

Salimos a la C/ San Juan de los Reyes bajando por la calle Beso (en una de las casas aparece en la pared la explicación del nombre).

San Juan de los Reyes es una de las principales arterias del Albaicín, por ella nos dirigimos  a la Placeta de la Concepción, llamada así por el monasterio de monjas que hay en ella.

Antes de llegar a la Placeta de la Concepción encontramos, a mano derecha, dos edificios significativos de la actuación de la nobleza en el barrio: El convento de Santa Inés, del que podemos ver la portada de la iglesia, y el palacio de Ágreda. Los dos edificios están relacionados entre sí.

El Convento de Santa Inés fue fundado en el siglo XVI y estuvo adscrito a las monjas clarisas. En la actualidad está ocupado por los Hermanos Obreros de María

Portada capilla convento de Santa Inés. Foto: Francisco López
Portada capilla convento de Santa Inés. Foto: Francisco López

En frente del convento se encuentra el Palacio de Ágreda mandado construir por D. Diego de Vera Ágreda y Vargas en el siglo XVI, con una portada que según Gómez Moreno «es la obra más clásica y correcta que hay en Granada de finales del siglo XVI ( de ahí su toque manierista). En el segundo cuerpo hay un balcón en medio de pirámides, con cornisa y frontón partido en cuya mitad destaca el escudo de armas de D. Diego de Ágreda, Caballero del hábito de Santiago y regidor de la ciudad». Sobre las columnas se encuentra la Cruz de Santiago.

En el zaguán del palacio destaca un altar conmemorativo que señala el banco de piedra donde, según la leyenda, descansaba San Juan de Dios

Los dos edificios, convento y palacio, se encuentran relacionados entre sí en la persona de D. Diego de Ágreda, ya que fue benefactor del convento y se encuentra enterrado en él

 Llegados a la Placeta de la Concepción merece la pena detenernos un rato. Si está abierta la cancela que da acceso al patio que hay delante de la puerta del monasterio, pasamos dentro. Desde aquí podemos descubrir unas espléndidas vistas de la Alhambra

Vista de la Alhambra. Plaza de la Concepción. Foto: Francisco López
Vista de la Alhambra. Plaza de la Concepción. Foto: Francisco López

El Maristán (el espacio que hay delante del convento y que está en ruinas) antiguo hospital musulmán para pobres y locos, fue fundado en el siglo XIV. Su estructura era similar a la del Corral del Carbón. Ha pasado muchas vicisitudes: Los RR. Católicos lo convirtieron en Ceca o casa de acuñar moneda , pasó después a manos de unos frailes, en el siglo XVIII se convirtió en almacén de vinos, después en casa de vecinos, hasta que en 1843 fue demolido en su mayor parte. Hoy está en fase de estudio y se están realizando excavaciones. Hay un proyecto de restauración que esperemos no se eternice como otras cosas en Granada.

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El Maristán. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

El elemento más importante de la Placeta es el Monasterio – Museo de la Concepción. Este  monasterio es muy complejo desde el punto de vista arquitectónico, puesto que reúne en sí muy diversos estilos ya que engloba construcciones preexistentes junto a construcciones propias de un monasterio cristiano: patio o claustro de tradición morisca, fuente nazarí, portada gótica de acceso al convento, armaduras mudéjares en la Iglesia, portada barroca de la iglesia, etc.

Como monasterio funciona desde 1523 de manera ininterrumpida hasta hoy. Pertenece a la orden de clausura de las Terciarias franciscas, las T.O.R (Tercera Orden Regular). La clausura no es total. Si visitan el convento ( se lo recomiendo) pueden aclarar estas cosas.

Posee un museo muy interesante ya que nos permite ver muchas obras en el lugar para el que fueron concebidas. Dentro podemos encontrar una representación de artistas de la escuela granadina de los siglos XVI, XVII y principios del XVIII, con nombres tan importantes como Sánchez Cotán, Atanasio Bocanegra, Soto de Rojas, Pedro de Mena, Alonso Cano,  Ruiz del Peral, José de Mora, Hermanos García, etc.

También podemos encontrar una muy notable colección de terracotas o barros cocidos

Este convento siempre se ha distinguido, desde su fundación, por la defensa de la Inmaculada Concepción

Se puede visitar de Martes a Domingo de 10:30 a 13 horas. Por la tarde está reservado para visitas concertadas. Si tienen tiempo, les recomiendo que lo visiten. Hay que pagar una entrada para visitarlo. Las visitas son guiadas y los guías son gente experta. Yo solo les digo que, si les gusta el arte, vale la pena hacer un pequeño esfuerzo económico.

Seguimos nuestra ruta por la calle San Juan de los Reyes y llegamos a la Plaza de las Escuelas

Placeta de las Escuelas. Foto: Francisco López
Placeta de las Escuelas. Foto: Francisco López

Lo más interesante de esta placeta está relacionado con la Iglesia de San Juan de los Reyes

Esta iglesia fue erigida a partir de 1520 sobre el solar de la que fuera Mezquita de los Conversos. La  mezquita fue la primera consagrada como iglesia por los Reyes Católicos en 1492. La iglesia es de estilo gótico (arcos apuntados) con gran influencia mudéjar (armaduras de madera). Su estructura interna de tres naves, se asemeja a las iglesias mudéjares sevillanas y no a las iglesias granadinas de la época que eran de una sola nave. El nombre le viene a la iglesia por los padres de los Reyes Católicos (Juan II de Castilla y Juan II de Aragón).

La torre- campanario de la iglesia es el Alminar almohade del siglo XIII perteneciente a la mezquita de los Conversos. Su decoración con paneles de Sebka (redes de rombos) son muy similares, aunque menos desarrollados, a los del Giralda de Sevilla.

En la placeta se encuentran los Apartamentos Turísticos Alhambra que encierran en su interior una grata sorpresa: un trozo de muralla de la época zirí, siglos XI – XII, que pertenecía a la muralla de la Alcazaba Antigua. Desde la terraza de los apartamentos hay una vista excepcional de la Alhambra y la Ciudad

Seguimos nuestra ruta por San Juan de los Reyes hasta llegar a la Placeta de Toqueros. Como ve ustedes, se ha convertido en un aparcamiento público.

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Placeta de Toqueros. Albaicín. Foto: Francisco López

Esta placeta no tiene nada especial, pero en ella se encuentra la Peña de la Platería. Esta Peña flamenca nació en 1949, aunque fue inscrita posteriormente, siendo considerada como la peña decana del mundo. Se inició en el taller de platería (de ahí su nombre) que tenía en la calle San Matías D. Manuel Salamanca. Pasó por muy diversas sedes hasta que se instaló definitivamente en el magnífico carmen actual siendo presidente de la peña D. Manuel Martín Liñan

Desde el patio de la Peña tenemos unas vistas inigualables de la Alhambra. Vale la pena entrar, sentarse en el patio, tomarse algo y disfrutar del lugar.

Salimos de la Placeta de Toqueros y de la Peña, de nuevo,  a San Juan de los Reyes para dirigirnos a la Plaza de la Victoria

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Plaza de la Victoria. Albaicín. Foto: Francisco López

Esta plaza en la actualidad nos dice poco, ya que es una de las plazas más modernas del barrio. Este espacio perteneció al Convento de la Victoria. El convento fue desamortizado en el siglo XIX (1836). Aquí se construyó un depósito de agua y sobre él se hizo la placeta.

Es un buen sitio para descansar, sobre todo, si se sube desde el Paseo de los Tristes por la Cuesta de la Victoria.  Aunque no se suba por la Cuesta de la Victoria, es un buen lugar para ver la Alhambra y el Generalife.

Salimos a la Cuesta del Chapiz por el arco que forma el centro Bemúdez de Castro.

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Salida de San Juan de los Reyes a la Cuesta del Chapiz. Albaicín. Foto: Francisco lópez

El nombre de la cuesta le viene de dos casas moriscas, las Casas del Chapiz, que se encuentran haciendo esquina en la plaza a la que nos dirigimos: la Plaza Peso de la Harina. En este tramo de calle nos encontramos la huella que nos dejó D. Andrés Manjón en su gran obra en Granada: Las Escuelas del Ave María.

A la derecha nos encontramos con la entrada a la Casa Madre (llamada así porque es el origen de la obra del Padre Manjón). Se extiende entre el Camino del Sacromonte y el río Darro y comprende  siete antiguos cármenes

A la izquierda tenemos parte de esa Casa Madre, como podemos leer en la pared exterior, y también, una placa en la que se hace referencia al Seminario de Maestros que estuvo durante un tiempo aquí

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Colegio Ave María Casa Madre. Albaicín. Foto: Francisco López

Seguimos la Cuesta hasta llegar a la Plaza Peso de la Harina

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Plaza Peso de la Harina. Monumento a Chorrojumo. Albaicín. Foto: Francisco López

El nombre de la plaza le viene de la actividad que se realizaba en este punto en el siglo XVII: pesar la harina.

En esta plaza empieza la C/ Camino del Sacromonte que nos llevará a la Abadía y antiguamente conducía a Guadix a través de Beas o Huétor Santillán

También encontramos el monumento a Chorrojumo. El nombre de este personaje era Mariano Fernández Santiago, pero, como dice Manuel Anguita «ni él mismo se conocía con ese nombre». Nació en 1824 y murió en 1906.

Parece que el descubridor de  este personaje fue el pintor Mariano Fortuny que vio en una fragua a tres gitanos «uno de ellos tenía la piel del color del cuero viejo, unas enormes patillas y unos ojos del color del acero. Ese era Chorrojumo», nos dice Manuel Anguita.

El traje con que aparece le fue recomendado por el propio Fortuny para que posara para él. De aquí nace el mito de Chorrujumo.

A los 46 años se dedicó a vivir de las limosnas que le daban los turistas por fotografiarse con ellos. También enseñaba la Alhambra, contaba historias, apropiándose de las de Washington Irving, y vendía postales y fotos suyas

Estaba tan metido en su papel que él mismo se autoproclamó «´Príncipe de los Gitanos» y hasta «Rey de los Gitanos»

Haciendo esquina con la plaza se encuentran las Casas del Chapiz.

A decir del profesor Gomez Moreno «la Casa morisca más célebre y extensa que se conserva», aunque, en realidad, son dos casas. Su origen es nazarí pero con transformaciones posteriores. Se encontraban en el arrabal del Albaicín, pero, para algunos investigadores, este era el Arrabal Al – Baida.

El nombre les viene de sus propietarios en el siglo XVI, los moriscos Hernán López el Feri y Lorenzo el Chapiz.

La casa más pequeña, que tiene su entrada por Peso de la Harina, fue edificada por Hernán López el Feri y se estructura en torno a un patio con alberca y un pórtico de reducidas dimensiones.

La casa más grande la construyó Lorenzo el Chapiz. Se estructura en torno a un patio con alberca, destacando el fondo norte con una galería de cinco arcos sobre columnas nazaríes. Parece que se construyó sobre un antiguo palacio nazarí, el palacio Al – Baida

Las habitaciones de ambas casas tienen cubiertas de madera

Estas casas están actualmente ocupadas por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas que ha instalado en ellas La Escuela de Estudios Árabes

Si quieren acceder a su interior, yo se lo recomiendo, deben hacerlo  por la puerta que da a la plaza Peso de la Harina y podrán  pasear viendo las casas y sus jardines. También hay unas vistas preciosas de la Alhambra

Dejamos la plaza y bajamos por la Cuesta del Chapiz para acercarnos a uno de los espacios más bonitos del mundo, el menos para mí. El espacio es el comprendido entre Paseo de los Tristes – Carrera del Darro – Plaza Nueva. Este espacio se convirtió en la zona noble del Albaicín, por eso, está lleno de Iglesias, conventos y palacios.

Paseo de los Tristes. Forma parte de las transformaciones que se produjeron en el Albaicín tras la conquista de la ciudad por los RR. Católicos. La plaza fue construida en 1609 en unos terrenos cedidos por los Señores de Castril, descendientes de D. Hernando de Zafra, secretario de los RR. Católicos. También son de esta época la fuente que hay en el centro y la Casa de las Chirimías, situada en el lado Oeste de la plaza.

Este espacio ha tenido distintos nombres:

Paseo de la Puerta de Guadix Bajo, haciendo referencia a la Puerta de Guadix que se encontraba en la muralla que rodeaba al barrio, cerca del inicio de la Cuesta del Chapiz

Paseo de los Tristes, porque, cuando en 1801 se creó el Cementerio Municipal de Granada, situado en la colina de la Sabica, por encima de la Alhambra, aquí era donde se despedían los cortejos fúnebres que partían de la Iglesia de Santa Ana y por la Carrera del Darro, en silencio, se dirigían a este lugar. De aquí, a lomos de un mulo, subían al difunto por la  Cuesta del Rey Chico, también conocida como Cuesta de los Muertos, hasta el cementerio.

Paseo del Padre Manjón es la denominación actual en honor al fundador de las Escuelas del Ave María: D. Pedro Manjón

La denominación por la que todo el mundo la conoce es la de Paseo de los Tristes

Desde su origen fue un espacio lúdico-festivo donde se celebraban corridas de toros, obras de teatro, verbenas y juego de cañas. Para realizar estas actividades se cubría el cauce del río, confeccionando un gran escenario.

En el extremo Oeste de la Plaza se encuentra un pequeño edificio, de planta cuadrada, formado por planta baja y dos alturas, destinado a uso del Cabildo de Granada para presidir los actos públicos y las fiestas populares. El edificio se conoce como la Casa de las Chirimías.

Paseo de los Tristes
Casa de las Chirimías. Paseo de los tristes. Granada. Foto: Francisco López

En la planta baja se instalaban los alguaciles y los ministriles (autoridades de menor rango)

La primera planta se reservaba al Alcalde de la ciudad y los Caballeros Veinticuatro, los regidores del ayuntamiento

En la segunda planta se instalaban los músicos que, entre otros instrumentos, tocaban chirimías (instrumento de viento-madera precursor del oboe), de ahí el nombre del edificio

Descrita la plaza, lo que nos queda es contemplar lo que se nos ofrece a nuestros sentidos, ya sea desde el pretil del río, o desde cualquiera de las mesas que nos ofrecen los bares y restaurantes que hay en la plaza

Paseo de los Tristes
Vista de la Alhambra desde el Paseo de los Tristes. Granada. Foto: Francisco López

Salimos del Paseo Padre Manjón ( Paseo de los Tristes) para dirigirnos a Plaza Nueva por una calle que es todo arte, historia y paisaje: La Carrera del Darro. Para entender todo lo que se encuentra en esta calle, hay que tener en cuenta que el espacio comprendido entre San Juan de los Reyes y el río Darro se convirtió en la zona noble del Albaicín, por lo que se instalaron en esta zona tanto instituciones públicas como  privadas y religiosas.

La configuración que presenta actualmente la Carrera del Darro se corresponde con la remodelación que se hizo a principios del siglo XVII. Esta remodelación se llevó a cabo como consecuencia de los destrozos producidos por la voladura de un polvorín que había junto a la Iglesia de San Pedro y San Pablo y a los continuos desprendimientos de tierras. La remodelación consistió en el desvío del cauce del río por la zona de la Iglesia de San Pedro y San Pablo, la ampliación de la calle, el derribo de parte de las murallas que iban paralelas al río   y la construcción de puentes para unir la zona del Albaicín con los barrios que están debajo de las murallas de la Alhambra.

Distintas vista del río y de la calle

Dentro ya de la Carrera del Darro el primer edificio significativo que encontramos es la antigua sede de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Granada, convertida en viviendas. Después se encuentra el Convento de San Bernardo. Es un convento de Monjas Cistercienses, instalado en una vivienda que se adaptó para convento. Es del siglo XVII, aunque la iglesia es posterior.

Pasado el convento, nos encontramos la Casa de Castril, palacio del siglo XVI, mandado construir por un nieto de D. Hernando de Zafra, secretario de los Reyes Católicos y que fue el que negoció Las Capitulaciones de Santa Fe. Destaca su extraordinaria fachada renacentista, atribuida, por algunos, a Diego de Siloé. Hoy es  museo arqueológico. Después de muchos años cerrado por estar en proceso de restauración, ya está abierto. Aunque hay que pagar una entrada, vale la pena verlo

Carrera del Darro
Casa de Castril. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

Carrera del Darro
Casa de castril. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

Enfrente de la Casa de Castril encontramos la Iglesia de San Pedro y San Pablo, construcción renacentista del siglo XVI con notables cubiertas mudéjares y con un rico patrimonio artístico de los escultores barrocos granadinos más conocidos.

Un poco más adelante, encontramos el Monasterio de Santa Catalina de Siena, más conocido como Monasterio de Zafra, fundado en 1520 por la viuda de D. Hernando de Zafra, a partir de la unión de varias casas árabes que habían sido cedidas por los Reyes Católicos a D. Hernando. Está habitado por monjas Dominicas. Elaboran dulces muy reputados en la ciudad

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Convento de Santa Catalina de Siena. Convento de Zafra. Albaicín. Foto: Francisco López

Siguiendo nuestro paseo, un poco más adelante, encontramos el Bañuelo. Fue construido en el siglo XI, en época zirí, y daba servicio al barrio de los Axares y, que por su estado de conservación, nos muestra cómo eran los baños árabes. Se puede ver. Consultar el horario de visita.

Frente al Bañuelo se encuentran los restos del Puente de los Tableros mandado construir por el Rey Badis, de la dinastía Zirí, en el siglo XI. Servía como presa (adufe) y como paso alto de uso exclusivamente militar. Funcionaba también como coracha, lugar de acceso para extraer agua. Una de las funciones que tenía el agua represada era limpiar el cauce del río periódicamente.

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Puente de los Tableros. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

Encontraremos otros dos puentes. El primero es el Puente de Espinosa que debe su nombre al letrado Cristóbal de Espinosa y que unía el Albaicín con el barrio de la Churra. Fue construido en el siglo XVI.

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Puente de Espinosa. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

El segundo puente. el Puente Cabrera, construido a principios del XVII, debe su nombre a D. Pedro de Cabrera, Comendador de Ocaña y Teniente del Generalife. Unía el Albaicín con el barrio de Almanzora

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Puente Cabrera. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

A partir del bañuelo nos vamos a encontrar una serie de palacios con una estructura similar: gran amplitud, patio central porticado, zaguán de entrada y heráldica familiar en la puerta.

Palacio de Carvajal, también conocido como palacio de los Condes del Arco, construcción del siglo XVI. Desde 1987 funciona como Centro de Documentación Musical de Andalucía. Su fachada, manierista, parece que se inspiró en la Real Chancillería

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Palacio Carvajal o de los Condes del Arco. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

Es interesante fijarse en las pinturas murales que hay en las fachadas de muchos edificios. Estas pinturas, fechadas en el siglo XVII, aparecieron tras la limpieza de fachadas dirigida por el arquitecto D. Ignacio Gárate. Las pinturas en las fachadas nos indican el poder económico de las familias que habitaban las casas

En el número 25 de la calle se encuentra el Hotel Shine Albaicín que se ubica en un antiguo palacio del siglo XVI restaurado

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Hotel Shine Albaicín. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

En la casa número 23 encontramos el Hotel Zaguán del Darro ubicado en una casa del siglo XVI (1563) y que fue antiguo convento franciscano

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Hotel Zaguán del Darro. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

En la casa número 13 encontramos el Hotel Ladrón de Agua, ubicado en un palacio del siglo XVI. El nombre del hotel está inspirado en un poema de Juan Ramón Jiménez

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Hotel Ladrón de Agua. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

En la casa número 9 se encuentra el Hotel Palacio Mariana Pineda, ubicado en un palacio del siglo XVI. El nombre se lo debe a la heroína granadina Mariana Pineda, que vivió parte de su infancia en él

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Hotel Mariana Pineda. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

Os aconsejo que entréis, siempre con cierta discreción,  en alguno de los hoteles para admirar las restauraciones que se han hecho de estos palacios. Os encantarán.

Otros edificios significativos que se encuentran muy cerca de la carrera del Darro son: La Casa de los Pisas (donde murió San Juan de Dios. Museo de los Hermanos de San Juan de Dios), el palacio de Ágreda, La casa-palacio de D. Hernando de Zafra, Convento de la Concepción, Convento de Santa Inés, Casas mudéjares, etc. Algunos de estos edificios los hemos visto a lo largo de nuestro recorrido. Aquí os pongo unas imágenes de la Casa de los Pisas y de la casa-Palacio de D. Hernando de Zafra

 

Después del disfrute que supone pasear  por la Carrera del Darro, entramos en la última plaza de nuestro recorrido: Plaza Nueva, uno de los puntos de encuentro más importantes de la ciudad, ya que da acceso al Albaicín, al Sacromonte y, por la Cuesta de  Gomérez, al recinto de la Alhambra.

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Plaza Nueva. Granada. Foto: Francisco López

La plaza que vemos actualmente es el fruto de sucesivas transformaciones que van desde el año 1499, en que se amplía el puente que unía el final de la Calle Elvira con los barrios de la margen izquierda del Darro, hasta 1835, en que una riada destruye la Fuente de las Ninfas, mandada construir por el Cabildo de la ciudad entre 1590 y 1593, y que separaba la Plaza de Santa Ana  de la  plaza  delante de la Real Chancillería

En el siglo XVI la ciudad cristiana necesitaba una plaza para su ennoblecimiento. El Cabildo, con el apoyo y la decisión de la reina Isabel, inicia el proceso de creación de la plaza, que presentaba dos problemas importantes: Embovedar el río y expropiar las casas que ocupaban el entorno.

Los pasos fueron los siguientes:

1º. Se amplía el puente zirí del siglo XI, que estaba al final de la calle Elvira, en unos dos metros (1499)

2º. Entre 1506 y 1515 se embovedan unos setenta metros entre el puente , nombrado anteriormente, y el inicio de la Cuesta de Gomérez.

3º. A partir de 1531, coincidiendo con la construcción de la Real Chancillería, se cubren otros cincuenta metros hasta llegar cerca de  la Iglesia de Santa Ana.

4º. En el año 1835, como consecuencia del desbordamiento del río Darro, desaparece la Fuente de las Ninfas, y quedan unidos los espacios de la Chancillería y de la Iglesia de Santa Ana. Además, se derriba la Iglesia de San Gil, situada al final de la calle Elvira, y su espacio se incorpora a la plaza, configurándose de esta manera su extensión actual.

Según nos cuenta Henríquez de Jorquera en su libro «Anales de Granada» la plaza se utilizaba como: lugar de ventas, Ajusticiamientos, Procesiones, Fiestas y Alarde de tropas (pasar revista a las tropas)

El edificio más significativo de la Plaza es la Real Chancillería, Tribunal de Justicia que ejercía su jurisdicción sobre las tierras situadas al sur del río Tajo. Fue creado por los Reyes Católicos. Primero se estableció en Ciudad Real, hasta que en 1500 se decide instalarlo en Granada, siendo su traslado definitivo en 1505, estableciéndose en el Albaicín en la calle Oidores, hasta que se construyó el palacio actual.

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La Real Chancillería. Granada. Foto: Francisco López

La singularidad de la Real Chancillería es que fue el primer edificio realizado para albergar expresamente un Tribunal de Justicia. Se inició durante el reinado de Carlos V, año1531, y se terminó durante el reinado de  Felipe II, año 1587.

El edificio consta de dos partes: La Chancillería o Tribunal y la Cárcel. Los dos edificios están unidos.

Por la época de su construcción, es un palacio renacentista, organizado en torno a un patio cuadrado y  porticado, levantado en 1540, que se atribuye a Diego de Siloé. Consta de dos cuerpos: el inferior con arcos de medio punto sobre columnas. El cuerpo superior es adintelado con balaustrada de piedra y columnas jónicas que sostienen la cornisa.

Por ser la sede del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, las medidas de seguridad son muy estrictas, por lo que es muy complicado sacar fotos, y, si las sacas, no se obtienen en las mejores condiciones.

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Patio de la Real Chancillería. Granada. Foto: Francisco López

Lo más llamativo es su fachada, terminada en 1587, y que se debe al arquitecto Francisco del Castillo,  formado en Italia. Se organiza en dos plantas:

En el primer cuerpo hay tres puertas, destacando la central, con arco de medio punto, enmarca por columnas corintias y rematada con frontón partido. En el frontón aparece una cartela en la que se alude al rey Felipe II y a la fecha de la construcción.

En el segundo cuerpo destaca un gran balcón rematado por un frontón triangular y otro curvo y partido que enmarca un gran escudo real. Las figuras que aparecen a un lado y otro del escudo son la Justicia y la Fortaleza

La fachada está rematada por una balaustrada y en el punto central por un templete con cupulilla.

Es una de las fachadas manieristas más importante de España

Otro edificio singular es la Iglesia de San Gil y Santa Ana, construcción renacentista con influencia mudéjar del siglo XVI. Si queréis saber más de la iglesia , podéis ir a la entrada del bloc «Iglesias y capillas del Albaicín» 2ª ruta

Al lado de la iglesia hay una fuente: El Pilar del Toro la Fuente de los Almizcleros

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Fuente «Pilar del Toro». Plaza Nueva. Granada. Foto: Francisco López

Esta fuente es de las últimas obras que realizó Diego de Siloé. Está hecha con piedra de Sierra Elvira. El toro que hay en el centro es el que ha popularizado el nombre de la fuente: Pilar del Toro. Originariamente estaba situada en la Calle Elvira en su confluencia con la Calle Cárcel Baja, junto al comienzo de la Calle Calderería, pero la remodelación de la zona hizo que se trasladara a su ubicación actual en el año 1941

El que Diego de Siloé hiciera la fuente, nos indica la importancia que se le dió a la misma, ya que estaba al principio de Calderería, calle por la que se subía a la Alcazaba Cadima o Antigua.

En medio de la plaza encontramos una de las fuentes más interesantes de Granada (Granada es una ciudad de fuentes y pilares notables). La fuente se encuentra en este sitio desde, al menos, 1881. Está hecha en piedra gris que, por el pulido del tiempo, parece mármol. Consta de un gran pilón octogonal de «pecho de paloma», una primera taza que deja caer el agua por sus ondulados bordes, una segunda taza invertida con respecto a la anterior, rematada por una granada que hace de surtidor.

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Fuente. Plaza Nueva. Granada. Foto: Francisco López

Espero que hayáis disfrutado del recorrido y que os haya fascinado lo suficiente como para querer volver a Granada. Vale la pena.

Os dejo en uno de los mejores sitios de Granada para tomarse unas cervezas, unos vinos, con sus correspondientes tapas, o, simplemente, para descansar o relajarse viendo alguno de los espectáculos que montan los artistas callejeros en medio de la plaza o contemplando la Torre de la Vela de la Alhambra por encima de la Iglesia de Santa Ana

Que sigáis disfrutando de Granada.

Plazas del Albaicín

Hoy, nuestras rutas van a discurrir por las plazas más significativas del Albaicín.

Como dijo D. Leopoldo Torres Balbás, «cualquier ensanchamiento de una calle, cualquier recodo, cualquier cruce de calles, cualquier espacio delante de las mezquitas ( muy abundantes en el Albaicín), ha dado lugar a plazas o placetas, por lo que éstas tienen gran importancia en el entramado urbano del barrio». Nosotros vamos a hacer un recorrido por aquellas que son más representativas, ya sea por su extensión, o porque tienen algún elemento que las singulariza de una manera especial.

Nuestra primera ruta va a recorrer las siguientes plazas del Albaicín Alto: San Cristóbal, San Bartolomé, Carniceros, San Gregorio Alto, de la Cruz de Piedra, Aljibe de la Vieja, Fátima, Aliatar, El Salvador, del Abad, Mirador de San Nicolás y Cementerio de San Nicolás, Larga, Cristo de las Azucenas, San Miguel Bajo, San José y del Almirante

La segunda ruta nos va a llevar por: Acera de San Ildefonso, Triunfo, San Gregorio Bajo, de Porras, de Santa Inés, de la Concepción, Escuelas, Toqueros, Victoria, Peso de la Harina, Paseo de los Tristes, Plaza Nueva.

Si queréis más información sobre las Iglesias y los Aljibes que van a ir saliendo en nuestras rutas, hay dos entradas en el Blog que hacen referencia a ello: «Iglesias y conventos» y «Aljibes»

En el espacio comprendido entre estos dos ejes: Calle Santa Isabel la Real – Camino Nuevo de San Nicolás – Callejón de las Tomasas y La Calle San Juan de los Reyes, hay muchas pequeñas plazas con nombres tan evocadores como: Almez, Aljibe de Trillo, Comino, Rosal, Cobertizo, Capellanes, Carvajales,etc. que quedan fuera de nuestras rutas. Si alguien quiere perderse está en el sitio adecuado del Albaicín. Les recomiendo que lleven una buena guía para orientarse. Lo que caracteriza a casi todas estas plazas es que son pequeñas, tranquilas y con unas vistas impresionantes sobre la Alhambra, el Generalife y el valle del Darro.

Comenzamos nuestra primera ruta, por el Albaicín alto, en la Plaza de San Cristóbal, ubicada cerca del famoso mirador de San Cristóbal, en la antigua carretera de Murcia. En época musulmana había una mezquita, la Mezquita de la Xaria o de la Explanada. Aquí se celebraban actos religiosos al aire libre.

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Plaza de San Cristóbal. Albaicín. Foto: Francisco López

La plaza se ha convertido en un aparcamiento para vecinos y visitantes, pero, además de coches, podemos encontrar otras cosas mucho más interesantes:

. El elemento más importante es la Iglesia de San Cristóbal, construida en el siglo XVI en estilo Gótico – Mudéjar. Actualmente es sede de la Cofradía de la Estrella.

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Iglesia de San Cristóbal. Albaicín. Granada. Foto : Francisco López

. Rodeando la iglesia encontramos el Aljibe de San Cristóbal o de la Xaria, construido en el siglo XIII en época nazarí

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Aljibe de San Cristóbal o de la Xaría. Albaicín. Foto: Francisco López

. Asociado a la iglesia se encuentra el primitivo Centro de Enseñanza Ave María – San Cristóbal que surgió aquí por una cesión del Arzobispado de Granada en 1926 a D. Pedro Manjón Lastras, sobrino de D. Andrés Manjón, fundador de las Escuelas del Ave María, de la iglesia y unos terrenos anexos. La iglesia fue restaurada, y, en los terrenos anexos, se fundó la primera escuela, posteriormente ampliada

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Escuela de P. Manjón. Albaicín. Foto: Francisco López

Cruzando la carretera de Murcia, por la Calle Larga de San Cristóbal encontramos el Callejón de Mataderillo que nos llevará a la Plaza de San Bartolomé. Con la última remodelación que se ha hecho, esta plaza ha dejado de ser un aparcamiento de coches para convertirse en un espacio público para disfrute de los vecinos.

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Plaza de San Bartolomé. Albaicín. Foto: Francisco López

En esta plaza nos vamos a encontrar:

. La Iglesia de San Bartolomé, construida en el siglo XVI en estilo Renacimiento – Mudéjar, con una torre mudéjar de las más interesantes, por su decoración, del Albaicín. La iglesia, por lo que he hablado con varios vecinos, está cerrada a cal y canto. Imposible verla por dentro.

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Iglesia de San Bartolomé. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

. El Aljibe de San Bartolomé de los siglos XIII – XIV, de época nazarí. Está adosado a un lateral de la iglesia en la fachada que da a la plaza.

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Aljibe de San Bartolomé. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

. La Cruz que  preside la plaza. Fue erigida en 1662, pero  fue destruida en 1932 en una oleada anticlerical que se produjo en el barrio y que afectó a cruces, iglesias y conventos. De la cruz original solamente quedó la base. En 1942, siendo alcalde de la ciudad D. Antonio Gallego Burín, se pone en marcha el proyecto de reconstrucción realizado en piedra de Sierra Elvira. En la base de la Cruz, se lee la siguiente inscripción: «A honra y gloria de Nuestro Señor y su bendita Madre pusieron esta Santa Cruz los Hermanos y Bienhechores de la Cofradía del Santísimo Sacramento que sirven en Señor San Bartolomé, siendo Mayordomo Bartolomé Gonsalves Ximénez, Hermano Mayor Diego Perales Escribano. Francisco de Espinosa. Año 1662. A quien obró la redención de todo el linaje humano, el Sacro Dios Soberano, passando muerte y passión»

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Cruz de la Plaza de San Bartolomé. Albaicín. Foto: Francisco López

Salimos de la plaza por la Calle Carniceros que nos llevará a la Plaza de Carniceros. Esta plaza nos servirá de paso para tomar la Calle de San Gregorio Alto. Esta plaza nos ofrece, a parte de un espacio para disfrute de  vecinos y visitantes, uno de los referentes gastronómicos del Albaicín: Casa Torcuato

 

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Plaza de Carniceros. Albaicín. Foto: Francisco López

Subiendo por la calle de San Gregorio Alto, pasado el Aljibe de Paso o de San Gregorio Alto,sdr

llegamos a un ensanchamiento de la calle  en la que encontramos:

. La Iglesia de San Gregorio Magno o Alto, construida en el siglo XVI en estilo Gótico – Mudéjar, aunque ha sufrido retoques a lo largo del tiempo, algunos muy desafortunados, que han hecho que pierda su artesonado mudéjar.

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Iglesia de San Gregorio Alto. Albaicín. Foto: Francisco López

. El convento de San Gregorio Magno, hoy en día habitado por las Hijas de Cristo Rey, que lo han convertido en una residencia.

. La Cruz. Las cruces, muy numerosas en el Albaicín y el Sacromonte, fueron uno de los elementos claves del nuevo signo cultural, religioso y urbanístico de la ciudad de Granada y, muy especialmente del Albaicín tras la conquista, la cristianización y castellanización del mismo. La Cruz fue derribada el 25 de Septiembre de 1932, consecuencia de los ataques anticlericales a los que hemos hecho alusión con anterioridad. El estado en que quedó la cruz impide saber en qué época fue erigida.

Cruz de San Gregorio Alto. Albaicín. Foto: Francisco López

Al final de la calle de San Gregorio Alto, encontramos la Plaza de la Cruz de Piedra.

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Plaza de la Cruz de Piedra. Albaicín. Foto: Francisco López

El nombre hace referencia a la Cruz que hay en la plaza, que es la que organiza el espacio. La cruz actual no es la original. De la cruz original lo que nos queda es la inscripción de su pedestal, inscripción que ha sido recuperada por D. Manuel Gómez Moreno, y en la que no aparece la fecha exacta de su construcción. La inscripción dice: «A honra y gloria de Nuestro Señor y su bendita Madre, y en memoria de la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, pusieron esta Santa Cruz los del gremio de la lana por su devoción. Año de 16.. Esta Santa Cruz se quebró el año de 1758 y se levantó el 1759 a costa del arte de la lana»

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Cruz de Piedra. Al fondo, Puerta de fajalauza. Albaicín. Foto: Francisco López

Además de la cruz , adosado a una vivienda,  se encuentra el Aljibe de la Cruz de Piedra o de la Aljama de los Conversos del siglo XIV, construido en época de la dinastía nazarí

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Aljibe de la Cruz de Piedra. Albaicín. Foto: Francisco López

Cerca de la plaza, en una de las calles que desembocan en ella, se encuentra la Puerta de Fajalauza (Fajalauza significa: Collado de los almendros). La puerta fue construida a mediados del siglo XIV, durante el reinado de Yusuf I. Es el acceso más elevado del Albaicín nazarí y cristiano. Su aspecto actual no es el original, ya que ha sufrido transformaciones a lo largo de los siglos XVII, XIX y XX. La puerta ha sido testigo de acontecimientos históricos importantes: La entrada clandestina de Boabdil en 1486 para arrebatar el trono a su tío El Zagal, que residía en la Alhambra. También fue uno de los lugares elegidos por los moriscos sublevados en el Albaicín para iniciar la sublevación en la Guerra de los Moriscos en Granada (1568 – 1570)

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Puerta de Fajalauza. Albaicín. Foto: Francisco López

Salimos de la plaza por la calle de San Luis. En esta calle nos vamos a encontrar la Iglesia de San Luis, siglo XVI, destruida por un incendio y la dejación de las autoridades, el Aljibe de San Luis, siglos XIV – XV, el más pequeño del Albaicín, y el Aljibe de Santa Isabel de los Abades, asociado a una iglesia del XVI que fue demolida en el siglo XVII. LLegados a este punto, tomamos a la derecha la Calle Aljibe de la Vieja que nos va a llevar a una placita muy pequeña en la que se encuentra el aljibe menos visitado de todo el Albaicín: El Aljibe de la Vieja o de la Rábita de la época nazarí, siglo XIV

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Aljibe de la Vieja. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

Salimos de este laberinto de calles estrechas por la Placeta de los Castillas y la Calle de Fátima para dirigirnos a la Placeta de Fátima. Esta plaza debe su nombre a la mujer del sultán Muley – Hacen:  Fátima o Aixa

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Placeta de Fátima. Albaicín. Foto: Francisco López

Esta placeta fue remodelada de manera aceptable, tal como podemos apreciar,  hace unos 30 años.  Hemos venido hasta aquí para fijarnos en un detalle. Nos acercamos al Nº 5 de la plaza, fácilmente reconocible por su puerta de ladrillo, y observamos atentamente por donde se entra a la casa. Este tipo de puerta, con un acceso pequeño que obliga a agacharse para acceder al interior, era muy frecuente en el barrio, según me contó un vecino de la plaza

Salimos de la plaza por la Calle Pagés ( el nombre de la calle se debe al empresario taurino D. Eduardo  Pagés que cedió los terrenos para que se abriera la calle y poder unir la Cuesta del Chapiz con la carretera de Murcia) que nos llevará a la Plaza de Aliatar.

No quiero olvidarme del Bar – Restaurante «La Entraiya», situado en la calle Pagés, antes de llegar a la placeta Aliatar. Vale la pena entrar para degustar sus tapas y raciones. Preguntar por Rafa (el dueño) y Antonio (el camarero que sirve en la barra). La situación, a día de hoy, ha cambiado, ya que por jubilación del dueño, Rafael, se ha hecho cargo del bar-Restaurante, Antonio. Les encantará el trato. Os recomiendo que os situéis en la barra, en frente de la cocina.

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Plaza Aliatar. Al fondo San Miguel Alto. Albaicín. Foto: Francisco López

La Plaza Aliatar recibe el nombre del que fuera alcaide nazarí de Loja, el Zegrí Aliatar, suegro de Boabdil,  que defendió heroicamente la ciudad del ataque de los Reyes Católicos en 1482. Tiene una forma regular, centrada por una fuente y con suelo  empedrado . En una de las esquinas se encuentra la Casa de los Moriscos, porque se supone que en ella se reunieron los mudéjares del Albaicín para convocar la rebelión de 1499. Curiosamente en esta casa se instalaron con posterioridad las Casas de la Doctrina o el Colegio de Niños Moriscos para educar a los hijos de los conversos en la moral cristiana.

Es  uno de los lugares más bulliciosos del Albaicín porque en ella se encuentran dos de los bares mas conocidos del barrio: el Bar Aliatar o de los Caracoles y el Horno de Paquito. No es raro encontrar músicos amenizando a los usuarios de estos bares.

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Fuente de la Plaza Aliatar. Albaicín. Foto: Francisco López

Cerca de la Plaza Aliatar , como si fuera un ensanche de la calle Pagés, se encuentra la Plaza del Salvador. Esta plaza es uno de los lugares más transitados del Albaicín, tanto por peatones como por vehículos. La plaza debe su nombre a la Colegiata de Nuestro Salvador

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Plaza de El Salvador. Albaicín. Foto: Francisco López

En esta plaza nos encontramos con:

. El Aljibe del Salvador, construido en época nazarí entre los siglos XIII – XIV, que se encuentra en la esquina de la plaza donde termina la Cuesta del Chapiz

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Aljibe de la Plaza del Salvador. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

. La Colegiata de Nuestro Salvador, convertida actualmente en una simple iglesia parroquial, perdiendo el rango que tuvo en su momento. Está construida sobre la antigua Mezquita Mayor del Albaicín de la que conserva el Patio de las Abluciones, restos de columnas y un profundo aljibe. La antigua mezquita fue consagrada como iglesia por el Cardenal Cisneros en 1499. Posteriormente se derribó la mezquita y, a finales del siglo XVI se levantó la iglesia actual. Su estilo es Renacimiento con influencia mudéjar. Posee obras de notable valor artístico. Esta iglesia tuvo, durante algunos años, derecho de asilo.

Si tenéis tiempo, por un módico precio, podéis visitarla. Vale la pena.

A espaldas de la iglesia, se encuentra la Placeta del Abad. La plaza ocupa el lugar  donde se encontraba el Hospital General de los Moriscos hasta 1569. En ese lugar se construyó el Convento de los Agustinos Descalzos tras la cesión de unos terrenos por el rey Felipe III. Las obras del convento comenzaron en 1613 y concluyeron en 1694. Durante la invasión francesa, siglo XIX, sufrió pérdidas y fue suprimido en 1836 como consecuencia de las desamortizaciones. Precisamente el nombre de la plaza viene del ABAD del convento. Antes, la plaza se llamó de Bibalbonud.

En una esquina de la plaza encontramos el Aljibe de Bibalbonud o de San Agustín de los siglos XIII – XIV, de la época nazarí. Aquí podemos calmar nuestra sed. El agua es potable.

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Aljibe de Bibalbonud o de San Agustín. Albaicín. Granada. Foto: Francisco lópez

Cerca del aljibe nos quedan restos de la Puerta de Bibalbonud o de los Estandartes. En esta puerta se colgaba el primer estandarte tras la proclamación de un nuevo rey en la ciudad.

Salimos de la plaza por el Callejón de las Tomasas, llamado así porque aquí se encuentra el Convento de Santo Tomás de Villanueva,  comúnmente conocido como las Tomasas.  Giramos a la derecha y subimos por la Cuesta de las Cabras.

Cuando suban la cuesta, sabrán por qué tiene el nombre. Por fín llegamos al lugar por el que preguntan todos los visitantes que vienen al Albaicín: La Plaza Mirador de San Nicolás.

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Plaza Mirador de San Nicolás. Albaicín. Foto: Francisco López

Junto a la contigua Plaza Cementerio de San Nicolás, conforman al espacio abierto más amplio del Albaicín. En medio de las dos se encuentra la Iglesia de San Nicolás

Si fuera un vendedor les diría: «Miren, comparen y si encuentran algo mejor, díganmelo». Realmente, impresionante. Relájense y disfruten del espectáculo. Esta es una de las imágenes que se lleva uno cuando sale de Granada.

En las plazas encontramos:

. La Iglesia de San Nicolás, que responde al programa de fundaciones parroquiales puesto en práctica en 1501 por el Gran Cardenal Pedro González de Mendoza. Su trazado es de 1525 con una marcada influencia mudéjar. Fue casi destruida por un incendio en las revueltas anticlericales de 1932. Hoy está en fase de reconstrucción

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Iglesia de San Nicolás. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

. El Aljibe de San Nicolás del siglo XVI, por tanto, de época cristiana, pero del mismo estilo que los construidos en época zirí o nazarí. El agua de su pilar es potable

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Aljibe de San Nicolás. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

. La Cruz. Fue construida , probablemente, en el primer tercio del XVI, igual que el templo. En 1932 fue destruida, como la mayor parte de las cruces que había en Granada. A finales de 1947 fue restaurada, igual que otras cruces del Albaicín, siendo alcalde D. Antonio Gallego Burín. Su función, en palabras de los restauradores, era «dar una sensación de paz al observador, atraído por la visión de la colina de la Alhambra, de la ciudad y de la vega». Por el bullicio que hay, no creo que tenga hoy esa función

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Cruz del Mirador de San Nicolás. Albaicín. Foto: Francisco López

Después de ver esta cruz, ¿Hay alguna cruz en el mundo que tenga este telón de fondo?

No podemos quedarnos aquí (siempre habrá tiempo para volver y recrearse ante esta visión). Seguimos nuestra ruta por la C/ Espaldas de San Nicolás, salimos a Horno de San Agustín, seguimos a la izquierda para llegar a Aljibe de Polo que nos conducirá a la C/ Panaderos. En la confluencia de estas dos calles se encuentra el Aljibe de Polo, de época nazarí, siglo XIII. Nos encaminamos hacia otro de los centros neurálgicos del barrio: la Plaza Larga. En ella confluyen las calles: Cuesta de  Alhacaba, Agua del Albaicín, Panaderos

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Plaza Larga. Albaicín. Foto: Francisco López

La Plaza Larga tiene sus orígenes en el siglo XIV. Era una plaza pequeña llamada «Plaza del Ensanche» y servía para conectar el Rabat Albaicín con la Alcazaba Qadima (Vieja) a través del Arco de las Pesas o Puerta Nueva. Cuando se expulsó a los moriscos en 1571 fue ampliada, adoptando la forma actual. En ella se construyeron un matadero, se instalaron unas carnicerías y un lavadero público. Es uno de los centros más bulliciosos del Albaicín y, en ella, se celebran mercadillos al aire libre. Muy popular y visitada es la Cruz que se coloca en medio de la plaza el Día de las Cruces en Granada.

Aquí se encuentran dos referentes gastronómicos del barrio: Bar Aixa y Cafetería- Pastelería Casa Pasteles. Esta última es un referente en toda la ciudad en dulces navideños.

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Casa Pasteles. Plaza Larga. Albaicín. Foto: Francisco López

Salimos de la Plaza Larga por el Arco de las Pesas a la Plaza de las Minas. De aquí, a mano derecha, tomamos la C/ Aljibe de la Gitana que nos llevará a la Plaza del Cristo de las Azucenas.

En esta Plaza se encuentra el Centro de Interpretación del Agua, en el que está integrado el mayor aljibe del Albaicín: el Aljibe Viejo o del Rey, de 300 m3. Construido en el siglo XI en la época Zirí. Es visitable

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Aljibe del Rey o Viejo. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

Siguiendo la C/ Pilar Seco salimos a la C/ Santa Isabel la Real. Tomamos a la derecha para dirigirnos a la Plaza de San Miguel Bajo. 

A lo largo de la calle de Santa Isabel encontramos, a la derecha, el Monasterio de Santa Isabel La Real, fundación de los Reyes Catolicos, en estilo gótico Isabelino con fuerte influencia mudéjar,

a la izquierda, la C/ Tiña (donde estaba la sede del antiguo hospital de tiñosos,la Casa del Marqués del Zenete) y la C/ Oidores (donde estuvo la primera audiencia antes de trasladarse a la  Real Chancillería, situada en Plaza Nueva)

La Plaza de San Miguel Bajo es otro de los lugares imprescindibles del Albaicín, no solamente por lo que ella tiene (iglesia, aljibe, cruz), sino por lo que la rodea (Santa Isabel la Real y el Palacio Dar – Al – Horra) y las vistas del Carril de la Lona

. La Iglesia, por estar cedida por el arzobispado a la Cofradía de la Aurora, tiene como denominación oficial la siguiente: Iglesia de Nuestra Señora de la Aurora y San Miguel Bajo. La iglesia ocupa el espacio de una antigua mezquita que fue consagrada como iglesia en 1501. Hacia 1530 se levantó la iglesia actual en estilo renacentista, pero con influencia mudéjar. Su entrada principal, levantada sobre una escalinata, es obra de Diego de Siloé

. Adosado a la fachada que da a la plaza, se encuentra el Aljibe de San Miguel Bajo del siglo XIII, período nazarí. Se puede ver  dentro de la iglesia

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Aljibe de San Miguel Bajo. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

. Presidiendo la plaza se encuentra la Cruz de San Miguel Bajo. Originariamente fue una cruz de madera, pero fue sustituida por una de piedra para asegurar su permanencia. La nueva cruz se erigió en la 2ª mitad del XVII, coincidiendo con el fervor barroco. En las revueltas de 1932 fue destruida. Los vecinos recogieron los fragmentos de la cruz. Estos fragmentos sirvieron posteriormente para su reconstrucción. Como los fragmentos fueron cogidos con grandes grapas de hierro, se conoce a esta cruz como» la Cruz de las grapas»

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Cristo de las «Lañas». Plaza de San Miguel Bajo. Albaicín. Foto: Francisco López

En esta plaza también tenemos unos referentes culinarios que la han convertido en una gran terraza. Los bares – restaurantes que encontramos son: Casa Pepe, Mesón el Yunque y Martinete y Casa Blas.

No podemos abandonar el sitio sin salir al Carril de la Lona para ver el paisaje que se nos ofrece desde su mirador, una perspectiva diferente a la del Mirador de San Nicolás, pero muy interesante.

Volvemos a la plaza y salimos por la calle Placeta de Cauchiles de San Miguel (Cauchil significa arqueta o registro de aguas) y nos dirigimos hacia la C/ San José que nos llevará a la última zona que vamos a visitar en esta ruta. Cuando llegamos al Alminar – torre de San José, a mano derecha encontramos la Placeta del Almirante, llamada así por el palacio que hay en ella: el Palacio del Almirante, propiedad de la Universidad de Granada.  En el exterior hay una cartela que nos indica la historia del mismo.

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Palacio del Almirante. Albaicín. Foto: Francisco López

Un poco más abajo entre la C/ San José y  la Placeta de San José  podemos contemplar:

. La Iglesia de San José construida en 1525 sobre los restos de la Mezquita de los Morabitos o Ermitaños que fue demolida en 1517. Es una construcción gótico – mudéjar, aunque su portada principal es renacentista. En su interior tiene importantes obras artísticas destacando el Cristo del Silencio o Cristo de la Misericordia de José de Mora, tallado en la Casa de los Mascarones, situada en la calle Pagés, en 1695,   como reza en un lateral de la vivienda

. El Alminar – Campanario de San José. Construido en el siglo XI, en época zirí, cuando se constituyeron los reinos de taifas al descomponerse el califato de Córdoba. Es uno de los monumentos más antiguos de la Granada musulmana. Al construirse la iglesia se le añadió el último cuerpo de ladrillo para convertirlo en torre-campanario.

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Alminar-Campanario de la Iglesia de San José. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

. El Aljibe de San José o Al-Morabiti. Se construyó en el siglo XI durante la época de los ziríes

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Aljibe de San José o de la Mezquita Al Morabiti. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

En la misma plaza se encuentra la casa, señalada con una placa, donde vivió y murió el pintor D. Manuel Gómez – Moreno González, padre del gran historiador y arqueólogo D. Manuel Gómez-Moreno Martínez, cuya biblioteca, archivo y colección artística y arqueológica fue donada a la Fundación Rodríguez-Acosta, creándose en 1973, había muerto con 100 años en 1970, el Instituto Gómez-Moreno para conservar , exhibir y difundir su legado

Aquí termina nuestra primera ruta. Creo que estaréis asombrados por el patrimonio que encierra el barrio y que uno descubre cuando se recorre con cierta calma.

Lo que hemos visto es solo  una parte. Espero que la segunda ruta no os defraude. Nos esperan fuertes emociones.

Bajando de la Plaza de San José desembocamos en la C/ San Gregorio. Si tomamos la calle en sentido descendente llegamos a Calderería Nueva (la calle de las teterías). Si seguimos hacia abajo encontramos la calle Elvira, que nos llevará a Plaza Nueva. Esta zona es estupenda para reponer las fuerzas que hayamos gastado en nuestra ruta.

Rutas por las Iglesias y Capillas del Albaicín

 

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Iglesia de San Pedro y San Pablo. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

El Albaicín, por su proceso de cristianización tras la conquista, cuenta con gran cantidad de iglesias, iglesias  que se construyeron para sustituir a las mezquitas de barrio que fueron derribadas

Llegó a dividirse en 23 parroquias. En la actualidad y por falta de feligreses, unas siguen como parroquias: San José, El Salvador, San Ildefonso, San Gil y Santa Ana, etc. otras han sido cedidas a cofradías para su uso y mantenimiento: San Cristóbal, San Miguel Bajo, San Juan de los Reyes, otras están asociadas a conventos: San Gregorio Alto, San Gregorio Bético, otras están en ruinas: San Luis, otras están cerradas al culto: San Bartolomé, otras han desaparecido: Santa Isabel de los Abades

Ante la imposibilidad de verlas todas en un solo recorrido, me ha parecido oportuno hacer dos rutas:

En la primera ruta visitaremos las iglesias que se encuentran en la parte alta del barrio: San Cristóbal, San Bartolomé, San Gregorio Alto o Magno, San Luis, Ermita de San Miguel Alto, El Salvador, San Nicolás, Capilla de San Cecilio, San Miguel Bajo, San José y San Gregorio Bético

En la segunda ruta vamos a visitar las iglesias y capillas que se encuentran en la parte baja del barrio: San Ildefonso, Capilla de San Juan de Dios, San Andrés, Santiago, Corpus Christi u Hospitalicos, San Gil y Santa Ana, San Pedro y San Pablo y San Juan de los Reyes

Si queremos tener más información de las distintas iglesias y capillas hemos de ir al apartado correspondiente del blog «mispaseosporgranada, Albaicín, iglesias y conventos del Albaicín»

PRIMERA RUTA: Iglesias, capillas y ermitas de la parte alta del Albaicín

Comenzamos nuestra ruta en la parte alta del Albaicín, en la Iglesia de San Cristóbal, situada en la Plaza de San Cristóbal, frente al mirador de San Cristóbal, junto a la antigua carretera de Murcia.

La Iglesia de San Cristóbal, construida en el siglo XVI, aunque con modificaciones posteriores, es una de las imágenes más conocidas del Albaicín. La construcción responde al modelo que se implantó en las iglesias que se levantaron en el siglo XVI, aunque hay algunas excepciones. El estilo arquitectónico es el Gótico – Mudéjar. Los elementos más significativos son: Arcos apuntados y bóvedas de crucería (Góticos), construcción de ladrillo o mampostería y cubiertas de madera (Mudéjares). En ella tiene su sede la Cofradía de la Estrella

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Iglesia de San Cristóbal. Albaicín. Granada. Foto : Francisco López

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Iglesia de San Cristóbal. Albaicín. Granada. Foto : Francisco López

Cruzamos la carretera de Murcia y tomamos la calle Larga de San Cristóbal. A poco de entrar en la calle, tomamos a la izquierda el Callejón Mataderillo que nos llevará a la Plaza de San Bartolomé, donde se encuentra la Iglesia de San Bartolomé.

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Iglesia de San Bartolomé. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

Por su emplazamiento es difícil de apreciar en su totalidad. Es del siglo XVI. La mezquita Alburriana , sobre cuyo solar se asienta la iglesia,  fue consagrada como templo en 1501. Posteriormente fue derribada y, entre 1524 y 1554, se construyó la iglesia actual.Responde al estilo Renacimiento (arcos de medio punto) – Mudéjar (utilización del ladrillo y rica armadura de madera cubriendo su nave). Actualmente no tiene culto, incluso, una vecina de la zona me dijo que nunca había visto abierta su puerta principal que da a la plaza. Su torre es  una de las más bonitas del Albaicín, con adornos vidriados. Entre los tesoros que albergó esta iglesia hasta 1965 en que se cerró, destaca una Virgen de Belén del gran Pedro de Mena, y que, actualmente, se encuentra en la catedral granadina

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Torre con adornos vidriados de San Bartolomé. Albaicín. Foto: Francisco López

Saliendo de la plaza de San Bartolomé por la calle Carniceros, llegamos a la Plaza de Carniceros, cruzamos la calle Pagés y tomamos la calle de San Gregorio Alto que nos llevará a la Iglesia de San Gregorio Magno o Alto. Esta iglesia fue construida en el XVI bajo los parámetros del gótico-mudéjar. Se encuentra asociada al convento de monjas de Cristo Rey.  En la actualidad no existe la cubierta  mudéjar de madera: una parte se hundió y lo que quedaba ha sido desmantelado recientemente. En esta Iglesia hizo su primera comunión Francisco Ayala, ya que su familia vivió un tiempo cerca del convento de las monjas.

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Iglesia y convento de San Gregorio Magno. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

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Iglesia de San Gregorio Magno. Albaicín

Cerca de la iglesia se encuentra el aljibe de Paso y, enfrente de la puerta, una cruz (hablaremos de las cruces en otro apartado)

Siguiendo la calle de San Gregorio salimos a la Plaza de la Cruz de Piedra. Aquí tomamos la Calle de San Luis y nos encontramos con la Iglesia de San Luis de los Franceses. Fundada en el siglo XVI responde al modelo gótico-mudéjar. La torre no es la original, ya que, como consecuencia de una gran tormenta el día 28 de Agosto de 1629, la iglesia sufrió desperfectos. A consecuencia de ellos se levantó una torre nueva que ha llegado a nuestros días. Su estado actual es ruinoso, ya que fue destruida por un incendio en la madrugada del 10 de Diciembre de 1933, víctima de las revueltas anticlericales durante la 2ª República

Siguiendo la calle de San Luis, llegamos al segundo aljibe que hay en la misma: el Aljibe de Santa Isabel de los Abades (aquí existió una iglesia, hoy desaparecida, llamada Santa Isabel de los Abades). De aquí arranca una calle llamada La Cruz de la Rauda. Esta calle nos lleva a la Cruz de la Rauda y de aquí parten unas escaleras que nos conducen a la Ermita de San Miguel Alto.

Iglesia de San Miguel Alto
Iglesia de San Miguel Alto

En el lugar que ocupa la ermita, originariamente hubo una iglesia sobre la que los musulmanes construyeron una rábita que, en honor a un antiguo olivo que hubo en el recinto de la iglesia primitiva, fue llamada Torre del Aceituno. Esta torre fue demolida en 1671 y se construyó una ermita, en estilo barroco, en honor al Arcángel San Miguel. Esta ermita fue ampliada en 1753. Con la ocupación de las tropas nepoleónicas en 1810, la ermita fue convertida  en fuerte y almacén de pólvora. Cuando abandonaron la ciudad en 1812 la redujeron a escombros. La reconstrucción se inició en 1816 con las aportaciones de los vecinos del Albaicín hasta que se hizo cargo de ella D. Blas Joaquín Álvarez, Arzobispo de Granada. Las obras, de estilo neoclásico, se acabaron en 1828, dirigidas por el arquitecto D. Diego Sánchez. En 1884 se construyó el Camarín donde se encuentra la escultura de San Miguel, titular de la Iglesia

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Interior de San Miguel Alto

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Cúpula de la iglesia

Iglesia de San Miguel Alto
Capilla Mayor

Lo más interesante de la iglesia son: la estatua de San Miguel y los ángeles que hay en el arco que da acceso a la Capilla Mayor, obras de Bernardo de Mora y una Virgen de las Angustias que, por su parecido con Santa María de la Alhambra, pudiera ser de la escuela de Torcuato Ruiz del Peral. Otra versión es que esa Virgen de las Angustias podría ser de Pablo de Rojas, el fundador de la escuela barroca granadina en la que se formaron los Mena, los Mora, Martínez Montañés, Risueño, etc

Vale la pena subir aquí por las excepcionales vistas que se tienen del Albaicín, la Alhambra, la sierra, la ciudad y la vega. (La subida a San Miguel Alto, aunque vale la pena, puede ser opcional)

Bajamos de San Miguel para dirigirnos a la Colegiata del Salvador, hoy convertida en iglesia parroquial. Bajamos por donde hemos subido, y tomamos la calle Aljibe de la Vieja que nos conduce a la plaza Aljibe de la Vieja donde contemplamos el aljibe (tiene su leyenda). Por callecitas estrechas salimos a la calle Pagés y tomamos dirección hacia la Cuesta del Chapiz. Llegamos a la Plaza del Salvador donde se encuentra la Colegiata. Esta antigua Colegiata, hoy parroquia, es uno de los monumentos religiosos más significativos del Albaicín. Conserva el patio de la antigua mezquita sobre la que se levantó. Construida entre los siglos XV y XVI en estilo renacimiento y mudéjar. Empezó siendo Colegiata, con la misión de convertir a los musulmanes del barrio, en la mezquita primitiva antes de ser derribada para construir la iglesia actual.

Cerca podemos admirar los aljibes de El Salvador y el de Bibalbonud o de San Agustín

Salimos de la plaza del Salvador hacia la Placeta del Abad y por el Carril de las Tomasas bordeamos el convento de las Tomasas y subimos por la Cuesta de las Cabras para dirigirnos a la Iglesia de San Nicolás. Construida en el siglo XVI en estilo gótico-mudéjar ha sufrido varias actuaciones a lo largo del tiempo. Hoy se encuentra en fase de restauración como consecuencia del incendio que sufrió en 1932,  a causa  de las revueltas anticlericales que se produjeron. Desapareció el rico artesonado mudéjar que tenía. Suele estar abierta para recaudar fondos que ayuden a su restauración.

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Iglesia de San Nicolás. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

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Portada de San Nicolás. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

En la entrada encontramos el brocal de un pozo donde los turistas y visitantes depositan sus donativos. Este brocal es una obra visigótica del siglo V que se encontró en las excavaciones que se hicieron en la cabecera del templo. A los pies de la iglesia hay unas excavaciones que corresponden a un cementerio romano del siglo II antes de Cristo

En  este punto observamos el aljibe de San Nicolás (es una construcción cristiana) y la Alhambra desde este mirador privilegiado, el punto más concurrido por los turistas en el Albaicín

En la parte opuesta del mirador se abre el Callejón de San Cecilio que nos conduce a una pequeña capilla dedicada a San Cecilio. Capilla construida en la puerta de un torreón, conocido como Hins al-Rummán o «Castillo del Granado» que da nombre a la ciudad. La leyenda cuenta que en esta capilla estuvo preso y sufrió el martirio San Cecilio junto a sus compañeros San Tesifón y San Hiscio en el siglo I después de Cristo

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Capilla de San Cecilio. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

Siguiendo la calle, salimos a la Placeta de las Minas, junto a la Puerta Nueva o de las Pesas. Tomamos la calle Aljibe de la Gitana (tiene su leyenda) que nos conducirá a la Placeta del Cristo de las Azucenas (tiene su leyenda) donde encontramos el aljibe más grande del Albaicín: El Aljibe del Rey. Siguiendo la calle Pilar Seco desembocamos perpendicularmente en la calle Santa Isabel la Real, tomamos a la derecha dirección a la Plaza de San Miguel Bajo. Antes de llegar a la Plaza, pasamos por delante del monumento religioso más importante del Albaicín: El convento de Santa Isabel La Real, fundación de los Reyes Católicos.

Ya en la Plaza de San Miguel Bajo, encontramos la Iglesia de San Miguel Bajo, conocida hoy como Iglesia de María Santísima de la Aurora y San Miguel Bajo, ya que los miembros de la Cofradía de la Aurora son los que se han encargado de su restauración y mantenimiento y, en reconocimiento a su labor, el Señor Arzobispo les ha concedido ese privilegio.

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Iglesia de Nª Sra. de la Aurora y San Miguel Bajo. Albaicín. Foto: Francisco López

La iglesia de San Miguel Bajo, construida durante el siglo XVI, tiene aportaciones de los estilos: gótico (arcos apuntados interiores), renacimiento (portadas del siglo XVI) y mudéjar (artesonados de madera y material de construcción). Fue cerrada al culto en 1842, perdiendo gran parte del patrimonio artístico que poseía. Hoy está  abierta al culto, aunque de manera muy limitada. Celebran misa los domingos por la mañana. Lo más interesante de la iglesia lo tenemos en sus portadas, en sus artesonados y en el retablo de la capilla mayor

Es digno de ver el aljibe adosado al lateral que da a la plaza y que tiene el nombre de Aljibe de San Miguel Bajo. Se puede ver su cubierta en el interior de la iglesia

Salimos de la plaza por una de las calles que dan  a la portada principal de la iglesia, la llamada Placeta de los Cauchiles de San Miguel,  la cual nos llevará a la calle de San José. Bajando la calle encontramos la Iglesia de San José, iglesia que sigue funcionando como parroquia. Fue construida en el siglo XVI en estilo gótico – mudéjar.

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Iglesia de San José. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

Su torre, separada de la iglesia, es el antiguo alminar de la mezquita de los Morabitos, construido en el siglo XI, en la época Zirí. El cuerpo superior de ladrillo se construyó cuando se hizo la iglesia. Conserva un patrimonio artístico importante, sobresaliendo el Cristo del Silencio de José de Mora

Adosado a la iglesia se encuentra el Aljibe de San José, que se prolonga por debajo del coro de la misma.

Bajamos por la Plaza de San José para salir a la Calle San Gregorio Bajo. Bajamos por San Gregorio y llegamos a la Placeta de San Gregorio, donde confluyen las calles de San Gregorio, San Juan de los Reyes y Calderería Nueva. Aquí nos encontramos la última iglesia de nuestro recorrido: La Iglesia de San Gregorio Bético.

Está situada donde, según la tradición, los musulmanes enterraban a los cristianos después de, en muchos casos, torturarlos. Está dedicada a San Gregorio Bético, Obispo de Ilíberis en el siglo IV. En su origen fue una ermita mandada construir por los Reyes Católicos. Está adosada al convento de clausura. Si alguien es devoto y quiere rezar un poco, está en el sitio adecuado, pues todo el día está expuesto el Santísimo, que nunca está solo, pues siempre hay una monja, completamente de blanco, rezando delante de Él. Son las monjas Esclavas del Santísimo Sacramento y la Inmaculada, fundadas por el Padre Jesuita José Antonio de Aldama, enterrado en la misma iglesia

Una curiosidad: las monjas, cuando pasan de la clausura a la iglesia, se cubren el rostro con un velo blanco. Se levantan el velo cuando están de frente al Santísimo y no hay posibilidad que las vean los fieles que estén en la iglesia. Lo mismo hacen cuando salen de la iglesia para entrar en la clausura.

Aquí termina nuestra primera ruta. Hemos quedado cerca de Plaza Nueva, Calle Elvira y Calderería Nueva (Calle de las teterías) donde tenéis multitud de locales donde reponer fuerzas.

Espero que os haya gustado

SEGUNDA RUTA: Iglesias y capillas de la parte baja del Albaicín

Esta ruta es más suave, ya que todas las iglesias o capillas se encuentran en la parte baja del barrio, menos San Juan de los Reyes

Iniciamos nuestro recorrido en la Iglesia de San Ildefonso, situada en la Calle Acera de San Ildefonso, cerca del antiguo Convento de la Merced, hoy acuartelamiento militar. Fue construida entre 1553 y 1559. Responde al estilo renacentista (portada clásica, arcos de medio punto), mudéjar (ladrillo, torre, cubiertas de madera) y barroca (retablo y altares). Lo más interesante son sus cubiertas de madera y su retablo barroco salido de las manos de José Risueño en 1717. Esta iglesia funciona como parroquia y está cedida a los miembros del Opus Dei. Han tenido el buen gusto de editar un pequeño folleto y unas cartelas en las capillas laterales en los  que  nos explican lo más interesante de la iglesia

Dejamos la iglesia de San Ildefonso, pasamos por delante del antiguo Convento de la Merced (hoy acuartelamiento militar) y llegamos a la Puerta Elvira para adentrarnos en la Calle Elvira. Al principio de la calle encontramos a mano izquierda una capilla, la Capilla de San Juan de Dios. En el lugar de la capilla había una pequeña tienda donde San Juan de Dios vendía libros. Esta pequeña tienda se convirtió en capilla, pero fue  derribada en 1879. En 1880 se levantó la capilla actual en estilo Neogótico. Tenemos  que leer la cartela que hay encima de la puerta.

 

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Capilla de San Juan de Dios. C/ Elvira. Granada. Foto: Francisco López

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Leyenda de la Capilla de San Juan de Dios en C/ Elvira. Foto: Francisco López

Unos pasos más adelante nos encontramos con la Iglesia de San Andrés.  Se construyó en el siglo XVI en una mezcla de Renacimiento y Mudéjar. Un incendio a principios del siglo   XIX  destruyó gran parte de la iglesia. Desapareció la cubierta de madera mudéjar y el Retablo. Se reconstruyó en estilo Neoclásico con bóveda. Solamente una capilla situada nada más entrar a la derecha y que hace de sacristía, conservó la cubierta mudéjar de madera. Consecuencia del incendio, su patrimonio artístico es muy reducido.

Su torre mudéjar sirvió de modelo para otras torres en las iglesias granadinas. Está decorada con elementos cerámicos.

 

 

Hablando con el párroco, un hombre amante del arte, sobre la posibilidad de recuperar el interior como estaba en el siglo XVI, me dijo: «He estado hablando con la Delegación de Cultura sobre esa posibilidad y me contestaron que no contemplan dejar el templo como estaba en el siglo XVI. La razón que argumentan ellos es que en Granada hay muy poca construcción de corte Neoclásico y prefieren mantener la iglesia como está en la actualidad. Me han asegurado que harán una cata y dejarán algún pilar o parte del muro para que se vea cómo era originariamente»

Así que San Andrés será MUDÉJAR, con portada Renacentista en el exterior y NEOCLÁSICA por dentro

 

Siguiedo por la calle Elvira , en la calle Marqués de Falces,  se encuentra la Iglesia de Santiago.

 

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Iglesia de Santiago. Granada, Foto: Francisco López

 

En su origen tenía unos jardines que daban a lo que ahora es la Gran Vía y una puerta lateral que estaba abierta hacia la calle Elvira
La iglesia, construida en 1525, era gótico-mudéjar, pero una serie de acontecimientos: ampliación a mediados del XVI, terremoto de 1884 y construcción de la GranVía a finales del siglo XIX, han modificado su aspecto.

Desde 1501 hasta 1842 ejerció como parroquia. Actualmente depende de la Iglesia de San Andrés, pero,  como San Andrés está en proceso de restauración, está desempeñando la función  parroquial.

Desde 1559, la Inquisición celebraba sus fiestas y autos de fe en esta iglesia.

Entre sus feligreses podemos destacar: Alonso Cano, Diego de Siloé, que fue enterrado aquí, pero sus huesos desaparecieron en la Revolución Gloriosa de 1868. Aquí fue enterrado el escultor Pablo de Rojas, no se sabe dónde y, en 1628, fue bautizado el gran escultor Pedro de Mena.

En su interior lo más destacado es la cubierta octogonal de madera de la capilla mayor y el tabernáculo churrigueresco, coronado antiguamente con la estatua de Santiago que se encuentra en el presbiterio y que fue donada por los Reyes Católicos. Hablando con el párroco de la iglesia sobre la pobre iluminación de la misma y, sobre todo, de la cubierta de la capilla Mayor, me dijo que era porque la cubierta de madera se encuentra en un estado de deterioro que no permite su iluminación intensa hasta que se restaure, cosa que siguen esperando, ya que esta cubierta mudéjar es de las mejores que hay en la provincia de Granada

 

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Interior. Iglesia de Santiago. Granada. Foto: Francisco López

 

 

El párroco ha tenido la delicadeza de imprimir  unos hojas en las que se refleja la Historia y el Arte de esta iglesia y de las que he tomado estas notas. Ustedes las pueden recoger en la entrada de la iglesia.

De nuevo en la Calle Elvira, dirección Plaza Nueva, encontramos la Iglesia del Corpus Christi o de los Hospitalicos.

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Iglesia del Corpus Christi (Hospitalicos). Granada. Foto: Francisco López

Esta iglesia estaba integrada en un complejo asistencial: un hospital. Su origen arranca en el siglo XVI, pero fue remodelada y ampliada en el XVII en estilo barroco. El interior es de cruz griega cubierta con cúpula y semicúpulas de descarga y está muy decorado.

Su fachada fue diseñada por Alonso Cano, pero se realizó tras la muerte del autor. El hospital dejó de funcionar tras la desamortización del siglo XIX. Posee importantes obras de arte de las escuelas de Pablo de Rojas y de Atanasio Bocanegra. Desde finales del XIX está regentada por los Padres Agustinos Recoletos

 

Seguimos la calle Elvira y salimos a la maravillosa Plaza Nueva, fruto de una de las remodelaciones que se hicieron en el barrio del Albaicín. Aquí encontramos otra de las maravillas que encierra Granada: la Iglesia de San Gil y Santa Ana. La foto es obligatoria, con la Torre de la Vela, dominando desde la altura, y el Río Darro. Levantada en el siglo XVI, responde a un estilo mezcla de gótico, renacimiento y mudéjar. Podemos destacar de ella: su portada renacentista, realizada por un discípulo de Diego de Siloé, su Torre (reconocida como la torre más bella del mudéjar granadino), sus cubiertas (con excelentes armaduras de madera) y su rico patrimonio artístico (esculturas, pinturas, objetos de culto).Cosas curiosas: en ella se casó Mariana Pineda y en ella está enterrado José Risueño.

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Iglesia de San Gil y Santa Ana. Plaza Nueva. Granada. Foto: Francisco López

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Interior. Iglesia de San Gil y Santa Ana. Plaza Nueva. Granada. Foto: Francisco López

Dejamos Santa Ana (como comúnmente se conoce a la iglesia) y, por uno de los paseos más bonitos del mundo, la Carrera del Darro, nos dirigimos hacia la Iglesia de San Pedro y San Pablo (conocida como la Iglesia de San Pedro).

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Iglesia de San Pedro y San Pablo. Albaicín. Granada. Foto: Francisco ópez

Construida en el siglo XVI, representa el ejemplo más conseguido de fusión de los estilos renacimiento y mudéjar.Posee  dos grandes portadas renacentistas, una dando a la calle, obra de Juan de Maeda, coronada por una Inmaculada de Alonso de Mena y otra, situada a los pies del templo, obra de Pedro de Orea, en la que aparecen los titulares de la iglesia: San Pedro y San Pablo

unas excelentes armaduras de madera cubriendo la amplia nave central y la capilla mayor

y su torre. También posee un rico patrimonio mobiliario con obras de José de Mora, Pablo de Rojas o Pedro de Mena, y otras atribuidas a Alonso Cano, Pedro Machuca o Alonso de Mena. Les voy a poner algunos ejemplos de las mismas

En la Capilla mayor se encuentra el tabernáculo que hizo Diego de Siloé para la Catedral de Granada y que estuvo en ella hasta 1614

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Tabernáculo de Diego de Siloé. Capilla Mayor. San Pedro y San Pablo. Granada. Foto: Francisco lópez

Muy importante es su enclave a los pies de la Alhambra, que resalta la ya muy interesante construcción

Horario de visitas: libre: Domingo de 10 – 11 H. y cada 22 del mes de 9:30 a 13:30

Pagando: de Martes a Viernes de 11 a 13 y de 16: 30 a 18:30

Domingos de 10 a 17 horas

Se paga una módica cantidad y te proporcionan un folletito de información

Dejando la Carrera del Darro, subimos por la Calle de Zafra que nos llevará a la calle San Juan de los Reyes, donde visitaremos la última iglesia de este recorrido: la Iglesia de San Juan de los Reyes.

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Iglesia de San Juan de los Reyes. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

Su origen está en la antigua mezquita de Ataibín o de los Conversos que fue mandada consagrar como iglesia el 5 de enero de 1492 y como iglesia  parroquial en 1501 por los Reyes Católicos. Posteriormente fue derribada, año 1517,  y levantada la iglesia actual en 1520. Su estilo es gótico (arcos apuntados) – mudéjar ( ladrillo y cubiertas de madera). La torre campanario es el antiguo alminar de la mezquita del siglo XIII al que se le añadió el cuerpo de campanas (para poder verla bien hay que ponerse en la parte alta de la Plaza de Las Escuelas).

Plaza de la Concepción. Convento, Maristán, vistas, Plaza Escuel 006
Torre-alminar de San Juan de los Reyes. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

La decoración de la torre os recordará, aunque con menos desarrollo, a la Giralda de Sevilla. Se diferencia del resto de las iglesias gótico-mudéjares del Albaicín en que tiene tres naves como las iglesias mudéjares que se construyeron en Andalucía Occidental a partir de la conquista de esa zona en el siglo XIII. De las dos portadas que tiene, solamente es original la que da a la Placeta de las Escuelas. La puerta que da a la calle San Juan de los Reyes es Neogótica, del siglo XIX

El cuadro que preside el Altar Mayor es una Piedad (en Granada se le llama Virgen de las Angustias) en la que aparecen los RR. Católicos como oferentes y que fue la primera Piedad que llega a Granada y  se considera como el origen de la devoción que hay en la ciudad a la Virgen de las Angustias. Hay dos grupos escultóricos muy venerados por los granadinos y que tuvieron su origen o inspiración en este cuadro: Santa María de la Alhambra y la Virgen de las Algustias, la patrona de la ciudad.

En esta iglesia tiene su sede la Cofradía del Vía Crucis. La cofradía tiene una página web muy interesante. Los miembros de la cofradía tuvieron la amabilidad de abrirme las puertas para poderla ver, ya que, al no ser parroquia, tiene un culto muy limitado.

 

Con esto, hemos terminado nuestro recorrido por las iglesia, ermitas y capillas del Albaicín. Estoy seguro que os habrá sorprendido la riqueza que encierra el barrio.

En otras entradas del blog haremos una ruta por  los Monasterios y Conventos y otras por los palacios y casas de cierta relevancia

Espero que hayáis disfrutado, no solamente de los aspectos artísticos que encierra el barrio, sino de sus calles, de sus plazas, de sus vistas, de sus bares, de sus tapas, porque aquí se viene a disfrutar de todo lo que nos ofrece.

Horarios en que podemos visitar estas iglesias.

San Cristóbal:  Sábados: 11 a 13  y de 17 a 19

Domingos 11 a 13 horas

Cerrada Julio, Agosto y Septiembre

San Bartolomé: Cerrada

San Gregorio Alto: Hay que preguntar a las monjas

El Salvador: Misas: domingos 12 horas

De lunes a sábado 19 horas. Verano a las 20 horas

Abierto por la mañana. Hay que pagar una módica entrada para ver el patio de la antigua mezquita

San Nicolás: Cerrada al culto por restauración, aunque se puede ver porque está la puerta abierta durante varias horas al día. Pagando se puede subir a la torre

Nuestr Señora de la Aurora y San Miguel Bajo:  sábados y domingos: misa 12:30 horas

abierta sábados y domingos de 11 a 18 horas

viernes de 16 a 18 horas

Se puede subir a la torre pagando algo

San José: Visitas guiadas jueves y sábados mañana. Reservas lunes, miércoles y viernes de 10 a 13 horas

Misa por la tarde entre 7 y 8

San Gregorio Bético: Visitas 9:30 a 12 y 15:30 a 18 h.

Yo he pasado entre las 19 y las 20 horas y estaba abierta

San Ildefonso: Lunes a sábado: misas 10:30 y 19:30 h.

Domingo: 11, 12, 13 y 19,30

Estos horarios son de octubre a Mayo

San Andrés: Abierta en horas de culto

Santiago: Cerrada por restauración

Hospitalicos: Misas invierno: 10, 12, 20 h.

verano: 10, 11:45, 20:30

San Gil y Santa Ana : Entrada libre de 10 a 14 horas

San Pedro y San Pablo: Misas: invierno sábados 19:30

domingo 10, 12

verano    sábados 18, 20

domingo 10, 12

San Juan de los Reyes: Abierta domingos de 10 a 13 horas. Misa 11,15 h.

De Granada a Huétor Santillán

 

Programamos esta ruta a pie de Granada a Huétor Santillán, bordeando el río Darro, para el día 6 de Abril, con la esperanza de que el tiempo nos acompañara, y ¡vaya si nos acompañó¡ Hizo un día espléndido.

En realidad, la ruta comenzó el día anterior, ya que, para asegurarnos la vuelta por el mal funcionamiento del transporte público el domingo, subimos los coches a Huétor Santillán. Allí nos encontramos con Antonio, organizador y alma mater de la misma. En su casa dejamos los coches.

Nos citamos a las 10 de la mañana en Plaza Nueva. Allí nos encontramos los ocho miembros del grupo a la hora fijada. Después de los saludos y besos de rigor, nos disponemos a empezar la marcha.

Si los principios marcan el devenir de los acontecimientos, la ruta debe ser maravillosa, porque ¡vaya principio¡: Plaza Nueva, la Real Chancillería, San Gil y Santa Ana y, presidiéndolo todo, la Torre de la Vela.

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Plaza Nueva. Iglesia de San Gil y Santa Ana. Granada. Foto: Francisco López

Tomamos dirección a la Carrera del Darro. ¡Qué espectáculo se presenta ante nosotros¡ En el centro: el río, el agua, a un lado (la margen derecha del río) San Pedro y San Pablo, el convento de Zafra, la Casa de Castril, el Bañuelo, y al otro lado (la margen izquierda del río), la Alhambra, encaramada en su cerro, dominándonos desde la altura. Además, contamos con el rumor del agua, rumor que nos acompañará a lo largo de toda la ruta.

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Carrera del Darro. Granada. Foto: Francisco López

Carrera del Darro, Paseo Padre Manjón (generalmente conocido como Paseo de los Tristes), Cuesta del Chapiz. En la Cuesta del Chapiz, a nuestra derecha, a través de una puerta abierta, vemos el Palacio de los Córdoba. Siguiendo la calle llegamos a las Casas del Chapiz, edificio morisco del siglo XVI compuesto por dos casas levantadas sobre un palacio nazarí ( la Casa Blanca o Dar – al – Baida); hoy, este edificio es la sede de la Escuela de Estudios árabes.

Llegados a la plaza Peso de la Harina (llamada así porque en el siglo XVII se pesaba la harina en este lugar), pedimos permiso a CHORROJUMO, patriarca gitano, para adentrarnos en sus dominios: el Sacromonte. El acceso lo hacemos, con nuestra imaginación, a través de la Puerta de Guadix Alta y siguiendo el Camino del Sacromonte. De nuevo, recuperamos a nuestro acompañante: el río.

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Plaza Peso de la Harina. Monumento a Chorrojumo. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

Por el Camino del Sacromonte recordamos al Padre Manjón, a sus Escuelas del Ave María y la gran obra social que hizo y que sigue haciendo. También encontramos, cerradas a estas horas de la mañana, las famosas cuevas o «zambras»: Los Tarantos, La Rocío, María la Canastera, etc. que todavía causan fascinación en muchos visitantes, tanto extranjeros como nacionales.

Allá en lo alto, a nuestra izquierda, vemos otro de los hitos de la Granada monumental: la Abadía del Sacromonte, levantada a principios del XVII para recordar el hallazgo de las reliquias de varios discípulos del Apóstol Santiago. Entre estas reliquias están las de San Cecilio.

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Abadía del Sacromonte. Granada. Foto: Francisco López

 

Dejamos el Camino del Sacromonte y entramos en la calle Santo Sepulcro del Sacromonte, donde encontramos la ermita del Santo Sepulcro, llamada del Sacromonte para diferenciarla de otras del mismo nombre que existían en Granada.

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Cruz y Ermita del Santo Sepulcro. Sacromonte. Granada. Foto: Francisco López

Esta ermita era el final de una de las famosas vías sacras que existieron en Granada. Era la vía sacra de la Tercera Orden de San Francisco. La primera estación de esta vía sacra o Vía Crucis solía empezar en la iglesia de San Pedro y San Pablo. Esta vía la recorrían todos los viernes del año y, por supuesto, el Viernes Santo. La ermita se construyó en 1633, con planta de cruz latina y cubierta abovedada. La cruz que hay delante de la ermita parece que se erigió en recuerdo de los mártires de la persecución de Diocleciano en el año 303

Continuando por nuestra ruta, saliendo ya de Granada, vemos la pequeña vega que forma el Darro, con campos primorosamente cultivados con productos muy granadinos: habas, alcachofas, patatas, …

Llegados al final de la calle asfaltada, después de pasar el Puente Mariano, y, antes de adentrarnos en el camino de tierra que nos lleva a Huétor Santillán y a Beas, hacemos una parada para echar la vista atrás, sin miedo a quedarnos convertidos en estatua de sal como le ocurrió a la mujer de Lot cuando salió de Sodoma. Lo que vemos nos sobrecoge: a la izquierda, a lo lejos, recortada sobre el horizonte, la Alhambra, a la derecha, el Albaicín, el Sacromonte y la Abadía y, en el centro, el río y su vegetación de ribera

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Alhambra, Albaicín, Valle de Valparaiso. Granada. Foto: Francisco López

Nos sale un ¡Oooooh¡ No lloramos como Boabdil. Nos vamos, pero volveremos. No podemos quedarnos mirando hacia atrás, hay que seguir la marcha

Entramos en el camino. En el primer tramo del mismo, encontramos: grupos organizados (por el utillaje que llevaban se nota que están acostumbrados a salir de ruta), esforzados ciclistas y ruidosos motoristas que rompen el silencio que reina en la naturaleza y deterioran el paisaje y los caminos con sus, en muchos casos, absurdas demostraciones

Algunos del grupo no pierden la ocasión para recoger algunos productos que la naturaleza nos ofrece gratuitamente: hinojos y espárragos

De la vegetación que descubrimos a lo largo del camino, me llamó la atención una gran encina y los álamos blancos, que se encontraban florecidos, con  llamativas flores por su delicadeza. Después de llevar caminando un buen rato junto al río, llegamos a la Hacienda – Cortijo Jesús del Valle

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Hacienda Jesús del Valle. Granada. Foto: Francisco López

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Foto del grupo en la Hacienda Jesús del Valle. Granada. Foto: Emi

La Hacienda – Cortijo Jesús del Valle se encuadra dentro de la tipología de las grandes explotaciones agropecuarias de los Jesuitas en Andalucía. El tipo de edificio responde a una gran superficie construida, organizada en torno a un patio central  y una zona de corrales adosada. También existían otros cuerpos destinados a residencia de la comunidad  y todo ello rodeado por tierras de labor y prados.

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Hacienda Jesús del Valle. El grupo en marcha. Foto: Francisco López

En el conjunto se distinguen dos zonas bien delimitadas. La primera zona era la Hacienda propiamente dicha, construida entre finales del siglo XVI y el siglo XVII. En ella había cuatro sectores diferenciados: el molino de aceite, el molino de harina, el lagar y los corrales. La segunda zona, construida en el siglo XVIII, estaba destinada a residencia,  descanso y retiros espirituales de los miembros de la Compañía.

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Hacienda Jesús del Valle. Zona de la comunidad. Granada. Foto: Francisco López

Sin entrar en polémicas por el estado ruinoso de la Hacienda, porque no es nuestro objetivo, ni el lugar más adecuado, continuamos nuestra ruta.

A poca distancia de Jesús del Valle, nos encontramos con otro de los elementos importantes de esta ruta: La Presa que da origen a la Acequia Real que abastece de agua al Generalife y a la Alhambra.

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Presa de la Acequia Real. Río Darro. Foto: Francisco López

Cuando  Muhammad I, primer rey de la dinastía nazarí en Granada, decide trasladar la corte del Albaicín (Alcazaba Qadima o Vieja) a la colina de la Sabika (al otro lado del río Darro, enfrente del Albaicín) se le presenta un problema: cómo abastecer de agua al Generalife y a la Alhambra. Esta dificultad la  va a solucionar tomando el agua del río Darro. Para ello, mandará construir una presa (la actual es una remodelación de mitad del siglo XX) a unos 6 Kilómetros de Granada y, a través de una acequia: la Acequia Real, llevar al agua al recinto. Esta acequia discurrirá durante unos 600 metros por la margen derecha del río, y, a partir del Molino del Rey, discurrirá por la  izquierda hasta llegar al Generalife por la Acequia del Tercio y a la Alhambra por la acequia de Dos Tercios.

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Presa de la Acequia Real. Principio de la Acequia. Río Darro. Foto: Francisco López

Seguimos nuestra ruta por la margen derecha del río. Nuestro objetivo ahora es cruzar el río. Antonio busca algún puente, y, ante la imposibilidad de encontrarlo, decidimos cruzar por una vaguada. Nos descalzamos, nos metemos en el agua y cruzamos al otro lado. El agua estaba bastante fresca. Después de esta sorpresa, en el fondo, agradable, seguimos nuestro camino.

Lo siguiente que nos encontramos fue una sorpresa desagradable: una barrera que nos impedía el paso, pero, como los viandantes tenemos más razón que el que ha puesto la barrera, accedemos al camino. Hemos entrado en el cortijo Cortés, el famoso cortijo de los perros. Cuando nos acercábamos, empezó la jauría a ladrar. Solamente un perro tuvo la osadía de seguirnos, los demás estaban en espacios vallados. Al final, mucho ruido y pocas nueces.

Cuando salimos del cortijo, salvando otra barrera, divisamos a lo lejos las primeras casas de Huétor Santillán.

Accedemos al pueblo a través del Puente Medieval y lo primero que encontramos es la depuradora de aguas. Continuamos por una empinada cuesta que nos lleva a la Plaza de la Unidad en cuya fuente nos refrescamos. Junto a la plaza se encuentra la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación, construida en el siglo XVI.

De la Plaza de la Unidad y con el objetivo ya cumplido, nos dirigimos al restaurante, en el que habíamos reservado el día anterior, para reponer fuerzas.

Aquí termina nuestra ruta. Después de comer y tras los correspondientes besos y saludos, nos despedimos hasta la próxima. En los coches que habíamos dejado en casa de Antonio regresamos a la ciudad.

GRANADA – PANTANO DE LOS BERMEJALES – LA MALAHÁ – GRANADA

 

En esta nueva ruta nos vamos a adentrar en una de las comarcas menos conocidas de la provincia: El Temple. Esta zona, al no tener una población importante que hiciera de cabecera, se ha integrado en una comarca más amplia conocida como Alhama – El Temple, siendo la cabecera comarcal la ciudad de Alhama de Granada, una de las poblaciones con más historia y arte de la provincia de Granada.

El mejor momento para realizar esta ruta es el final de la primavera y durante el verano, ya que encontraremos abiertos los Baños Termales y en pleno funcionamiento las Salinas

El Temple, como subcomarca, está formada por: AgrónCacín (con su pedanía de El Turro), Chimeneas (con Castillo Tajarja), EscúzarLa MalaháVentas de Huelma ( con Ácula). Gran parte del término municipal de Alhendín está dentro de la subcomarca pero el municipio está integrado en lo que se llama la Gran Granada. Hay otros núcleos de población que están en esta zona (Romilla la Nueva y Peñuelas) pero que son pedanías de municipios integrados en la comarca de la Vega de Granada: Chauchina y Láchar

El nombre de El Temple no tiene nada que ver con la orden de El Temple, los Templarios, sino que procede de un nombre árabe del siglo XI: Qamb-Qays, que derivó en Quempe y, finalmente, en Temple y que significa: Campo de los Qaysíes (tribu nómada del norte de Arabia que se estableció en la Cora de Elvira, división administrativa de la época musulmana en la península Ibérica)

Vamos a comenzar nuestro recorrido por el Pantano de los Bermejales. Podemos acceder a él desde: la A 338 que desde Las Gabias nos lleva a La Malahá, desde la A 385 que parte desde Santa Fe y desde la A 44 dirección a Motril , tomando la salida 139 dirección a La Malahá. Las tres carreteras confluyen en una rotonda a la salida de La Malahá. Tomamos dirección al Polígono industrial de Escúzar, seguimos hacia Ventas de Huelma, continuamos hacia Agrón y ya al Pantano de los Bermejales. Les recomiendo precaución porque, desde la rotonda, la carretera es estrecha y a partir de Ventas de Huelma, bastante revirada.

Pantano de los Bermejales
Pantano de los Bermejales. Granada. Foto: Francisco López

Llegados al pantano, lo primero que hacemos es preguntarnos por el nombre: los Bermejales. El nombre deriva de » Bermejo», «Rojizo». Bermejal era una extensión amplia de terreno «bermejo» o «rojizo». Para los más eruditos, la palabra «bermejo» viene del latín «Vermiculus» que significa «gusanillo», porque de estos invertebrados se obtenía el color rojo o rojizo que se empleaba en los teñidos.

Pantano de los Bermejales

Pantano de los Bermejales

La idea primitiva de la construcción del pantano fue del Duque de San Pedro de Galatino, D. Julio Quesada Cañaveral y Piédrola, a finales del siglo XIX, para poder regar sus tierras. Posteriormente se le unieron otros terratenientes de la zona para convertir sus tierras de secano en regadío.

El Duque de San Pedro vio el inicio de las obras, 1932, infraestructuras necesarias antes de empezar la construcción de la presa, pero murió en 1936, poco antes del inicio de la Guerra Civil. Con ocasión de la Guerra Civil, se interrumpen las obras. La presa que vemos en la actualidad es el proyecto del ingeniero José María Sánchez del Corral, elaborado en 1944.

La Empresa Dragados y Construcciones comenzó la construcción en 1947 y terminó las obras en 1952. Inicia su actividad en 1954. Su función es triple: poner en regadío tierras de secano,  producir electricidad y abastecimiento para la población. Las aguas del pantano proceden principalmente del río Cacín y de una canalización para trasvasar agua del río Alhama. Como consecuencia de los nuevos regadíos se construyeron 4 pueblos de colonización: Romilla La Nueva  (Chauchina), Peñuelas (Láchar),       Fuensanta   (Pinos Puente) y Loreto   (Moraleda de Zafallona)

La presa, de forma curva, tiene 408 m. de longitud, una altura de 56 m., una base de 44 m., una capacidad de 113 Hm3 y ocupando una superficie de 307 Km2.

El pantano se ha convertido en un atractivo turístico para la zona ya que en él y su entorno se pueden realizar actividades acuáticas, baño, pesca, hay zona de acampada y se puede practicar el senderismo y el cicloturismo. Como elementos más destacados encontramos una necrópolis megalítica en la que destaca el conocido como Dolmen de los Bermejales y el Tajo que ha excavado  el río a partir de la presa y al que se puede acceder y recorrer en parte (se puede apreciar algo en la foto del grupo). Se recomienda mucha precaución

Después de dar un tranquilo paseo entre los pinares de repoblación que se plantaron para retener las tierras y que las lluvias y sus aportes de agua al río no colmataran el pantano, volvemos hacia La Malahá.

De nuevo pasamos por Agrón (que significa «lugar de pan») donde destaca su peculiar trazado urbano y una Torre-Atalaya, única que queda en pie de las que guardaban el paso entre Alhama y Granada. Ventas de Huelma, pueblo de origen musulmán, importante cruce  de caminos dentro de la comarca, y en el que destacan la iglesia parroquial de San Isidro y la ermita que se construyó en el entorno de la cueva donde terminó sus días Francisco de Velasco párroco de la Iglesia de San Matías en Granada (siglo XVII). El pueblo fue propiedad de los Jesuitas del colegio de San Pablo de Granada, lo que hoy son la iglesia de San Justo y Pastor y la Facultad de Derecho. Pasamos de nuevo por el Polígono industrial de Escúzar donde podemos hacer una breve parada para contemplar un espléndida vista de Sierra Nevada. Si tenéis tiempo e interés, podéis acercaros a Escúzar para conocer la Casa de Fonseca, del siglo XVI, la Ermita del Cristo del Rescate, del siglo XIX y patrón del pueblo, la Iglesia parroquial de Nª. Sª. del Rosario, del siglo XVI  y con Capilla Mayor del siglo XVIII, y un Torreón de alquería musulmana de época nazarí

La Malahá
La Malahá. Vista desde los Baños

Llegados de nuevo a La Malahá, vamos a dejar el coche en la Plaza del Santo, al lado de la Iglesia Parroquial de la Inmaculada. De ahí nos dirigimos al Ayuntamiento, está muy cerca, donde nos darán información de lo más interesante que se puede ver en el pueblo. Esa información está en la base de lo que voy a escribir, aunque he completado la información con otras fuentes.

HISTORIA

La zona que ocupa La Malahá ha sido objeto de estudios por parte de investigadores de la Universidad de Granada que han encontrado restos arqueológicos que remontan el asentamiento humano en esta zona al Paleolítico. También se han encontrado restos del Neolítico y la Edad de los Metales.

En su proceso de expansión por el Mediterráneo, los griegos fundaron una colonia a la que llamaron «Malka», que significa «Valle Templado». También pasaron por aquí los fenicios y los cartagineses que obtenían sal para sus factorías en la costa.

La época romana fue un período de esplendor para la colonia que fundaron y que llamaron «Misarza» que significa «Alivio de Dolientes» y que hace referencia a uno de los elementos distintivos de este pueblo: Los Baños termales. También comerciaron con la sal de sus salinas.

Durante le época musulmana tuvo un importante papel defensivo ya que poseía una Torre – Atalaya que, junto a otras situadas en Alhama, Agrón, Alhendín y Dílar protegían a la ciudad de Granada de las incursiones enemigas desde Vélez Málaga. En esta época la población fue denominada «Al – Mallahá» que significa «La Salina» que hace referencia al otro elemento esencial que ha marcado la historia y el desarrollo del pueblo: Las Salinas. El nombre actual deriva de la dominación musulmana. De la época nazarí es la infraestructura de regadío que funciona en la actualidad y que está compuesta de muros de contención de las paratas, albercas que se utilizaban para enfriar el agua antes de utilizarla para el regadío y acequias. Es interesante dar una vuelta para descubrir estas infraestructuras en la zona de vega.

En la conquista del Reino de Granada, el pueblo de La Malahá se rindió ante el Gran Capitán. Muy conocido es el enfrentamiento del Gran Capitán  con El Zegrí y que está recogido en la novela histórica «Dª Isabel de Solís» escrita por Francisco Martínez de la Rosa.

Con la firma de las Capitulaciones de Granada de 1492, La Malahá pasó a manos de los Reyes Católicos, salvo las salinas, que quedaron en manos de la familia real nazarí hasta 1495, año en que el rey Fernando compra las propiedades del rey Boabdil y las salinas pasan a formar parte del Monopolio Salinero Real que proporcionó importantes ingresos a la corona durante tres siglos.

Lugares a visitar en La Malahá

Los Baños.

Se encuentran a la salida de La Malahá junto a la carretera que va a Santafé

Se tiene conocimiento que las aguas termales, proporcionadas por cuatro manantiales, se han utilizado desde la ocupación de la zona por los cartagineses. A lo largo de la historia ha habido tres momentos de gran desarrollo de estos baños:

. La época del Imperio Romano, adquiriendo su máximo desarrollo en el siglo II d. C. durante el gobierno del emperador Adriano. De esta época nos queda una pileta para líquidos y restos de una importante villa romana.

Baños de La Malahá
Baños de La Malahá. Pileta romana. Foto: Francisco López

. Durante la época musulmana, el Hammam (el baño) era un lugar de encuentro de gran importancia social. De este período queda una bóveda del Hammam y la gran alberca donde se recogía el agua caliente para enfriarla antes de ser utilizada para el regadío

. Después de un período de abandono durante la época cristiana, en el siglo XIX, con el auge del termalismo en Europa, D. Manuel Rodríguez Carreño construye un balneario en 1846. En 1869, después de la Revolución Gloriosa que destronó a Isabel II, los baños son declarados de utilidad pública. El balneario constaba de 50 habitaciones, salón de recreo y juego, capilla, comedor, jardín y trece casas de huéspedes para familias, construidas en 1862. Durante el siglo XX ha sufrido distintos avatares hasta que fueron abandonados , motivando la ruina del edificio. De estas obras nos quedan dos piscinas con paredes de grandes sillares, a través de los cuales se comunicaba una con otra, y lajas de piedra con mortero. Estaban cubiertas con bóvedas de mampostería (piedras de distinto tamaño), con aberturas en la parte superior. A las piscinas se accede por arcos de medio punto. Para proteger estos restos, se han cubierto con una estructura de hormigón.

 

Según nos contó el concejal que nos acompañó durante la visita, Javier, después del abandono, los chavales se descolgaban con cuerdas por las aberturas superiores para bañarse en las piscinas.

Desde 2018 se han vuelto a abrir los baños después de una profunda  transformación del cerro en el que están asentados. En una vertiente del cerro encontramos tres piscinas escalonadas de agua caliente, una gran alberca que recoge el agua para que se enfríe y emplearla después para el riego, y los restos arqueológicos más importantes. En la otra vertiente están las dos piscinas municipales de agua fría, con vestuario, jardines y restaurante. El conjunto es muy agradable para poder pasear por él

Baños de La Malahá
Baños de La Malahá. Piscinas termales y gran alberca. Granada. Foto: Francisco López

Baños de La Malahá
Baños de La Malahá. Pueblo al fondo. Granada. Foto: Francisco López

Las aguas tienen una temperatura entre 28 y 29º, son clorudado sódicas, bicarbonatadas arsenicales y sulfatadas mixtas. Su utilidad abarca un espectro muy amplio de problemas: úlceras, hemorroides, reumatismo, catarros crónicos bronquiales y de laringe, problemas vesiculares, desarreglos menstruales, anemias, epilepsias, histerismo, herpes.

Los baños se pueden visitar durante el período de funcionamiento que, por estar las piscinas al aire libre, se reduce al final de la primavera y la época estival. Infórmense del período de funcionamiento. Antiguamente se utilizaban desde el 15 de mayo al 30 de septiembre

Personajes famosos que han utilizado estos baños han sido: Manuel de Falla y su hermana Carmen y la familia de Federico García Lorca

Las Salinas

Las Salinas de La Malahá son de las más antiguas  que podemos encontrar en Andalucía. Fueron utilizadas para proporcionar sal a las distintas factorías que se instalaron en la costa por parte de los fenicios y los romanos: Sexi (Almuñécar) y Salobreña, para la elaboración del Garum y otras salazones. Han sido un factor muy importante para el desarrollo económico de la zona.

Ya vimos, al analizar la historia del pueblo, cómo formaron parte de la Capitulaciones a la caída de Granada y cómo pertenecieron a la corona durante unos trescientos años.

A mediados del siglo XX abarcaban algo más de 3 Ha, tenían 97 albercas, 7 calentadores (superficies planas con muy poca profundidad donde se deposita el agua salada que se evaporá durante la época del verano, dejándonos la sal), almacén del siglo XII, torreón con noria de sangre (se llama así a las norias que se mueven con tracción animal, normalmente por burros, mulos o bueyes), casa grande y casa para empleados. En la actualidad las salinas constan de dos grandes estanques donde se acumulan las aguas saladas que proceden de tres nacimientos subterráneos y uno exterior llamado «El Charcón»,  unos  grandes calentadores y un almacén para la sal. Son de titularidad privada, siendo sus dueños la familia Rodríguez-Acosta y tienen un solo empleado, Jesús Lorenzo, que estuvo muy amable con nosotros cuando las visitamos y nos hizo un recorrido por las mismas

Dentro del recinto de las salinas se encuentran un Torreón con noria de sangre y un Puente que han sido restaurados y que han pasado a ser de titularidad pública

Salinas de La Malahá
Salinas de La Malahá. Granada. Torreón y Puente. Foto: Francisco López

El Torreón es de planta circular con un diámetro exterior de 3,9 m. y una altura total de 8m.

Salinas de La Malahá
Salinas de La Malahá. Granada. Torreón. Foto: Francisco López

Según estudios realizados, fue construido durante la dinastía nazarí, siglos XIII al XV y reconstruido en el siglo XVIII.

Contenía una noria de sangre (se les llama así a las norias movidas por animales) que extraía el agua salada de una alberca aledaña, llevándola a las balsas o calentadores de desecación de la salina

El Puente era una pasarela sobre el arroyo Salado, de unos 9 m. de largo y 1,65 de ancho. Unía la noria con la alberca del nacimiento. Se compone de un solo ojo de arco apuntado y está construido con sillares de piedra. Aunque no se sabe exactamente la fecha de su construcción, se cree que es de época medieval

Salinas de La Malahá
Salinas de La Malahá. Granada. Puente. Foto: Francisco López

Iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción.

Iglesia de La Malahá
Iglesia de La Malahá. Granada. Foto: Francisco López

La iglesia parroquial se construyó en el siglo XVI   (se terminó en 1532). Es una obra renacimiento – mudéjar, de una sola nave con capillas laterales y su cubierta es un alfarje mudéjar (un alfarje es una cubierta de madera). En la Capilla Mayor destaca su retablo barroco

Sobre la puerta, situada a los pies de la iglesia, se encuentra la heráldica del Arzobispo de Granada D. Gaspar de Ávalos, muerto en 1545. También encontramos una pequeña escultura de la titular del templo: La Inmaculada Concepción

Iglesia de la Malahá
Iglesia de La Malahá. Granada. Puerta renacentista. Foto: Francisco López

En el lateral exterior podemos ver una cruz de piedra de 1771, que indicaba el inicio del Viacrucis.

Iglesia de La Malahá
Iglesia de La Malahá. Granada. Cruz de piedra. Foto: Ángel Varona

Es difícil encontrar abierta la iglesia ya que el párroco tiene que compaginar su labor pastoral con otros pueblos, por lo que está abierta para el culto pocos días a la semana. Os podéis acercar a la Casa parroquial, se encuentra al lado de la puerta de la iglesia, y es muy posible que, si se encuentra, el párroco os pueda abrir para poderla ver.

El Santo (San Vicente, mártir)

San Vicente de La Malahá
San Vicente de La Malahá. Granada. Urna con el santo. Foto: Francisco López

Es difícil hablar sobre San Vicente mártir, porque la leyenda se impone a la historia.

¿Quién es este personaje o santo? Según lo que he podido leer y lo que me han contado, les puedo dar tres versiones diferentes:

1ª. Fue un capitán de una legión romana que se encargó de la conquista de la zona de Granada durante la ocupación  de la Península Ibérica en los siglos III y II antes de Cristo. Al llegar a La Malahá se enamoró de esta tierra y decidió quedarse aquí. Colmó de bienes y riquezas al pueblo, por lo que se hizo muy querido por sus habitantes, los cuales, a su muerte, decidieron conservar su cuerpo incorrupto para que fuera recordado. Con la llegada del cristianismo, su cuerpo fue «cristianizado» y venerado, concediéndole la cualidad de «santo» bajo el nombre de San Vicente, mártir.

2ª. Se dice que San Vicente fue uno de los doce jóvenes que padecieron martirio en la Vía Tiburtina, vía que comunica Roma con la actual Tívoli (Tibur), durante la persecución de los cristianos bajo el gobierno del Emperador Valeriano.

3ª. Que fue un cuerpo que se encontró entre los distintos restos paleocristianos, muy abundantes, descubiertos en la zona.

Otra pregunta que nos hacemos: ¿Cómo han llegado estos restos a La Malahá? También hay distintas versiones:

1ª Una me la contó mi amigo Luis Ramón Alférez, malaheño de pro, según la cual, el cuerpo de San Vicente no venía para La Malahá, sino para Alhama, pero una riada arrastró el carro en el que venía, muriendo el que lo conducía. Los habitantes del pueblo recuperaron el cuerpo, permaneciendo desde entonces en el pueblo.

2ª Otra versión hace referencia a que, en el siglo XVI, el dueño de la casa en la que se encuentra se marchó a Italia a participar en las guerras que se estaban produciendo allí y, a su vuelta, se trajo el cuerpo del santo como botín de guerra o como recompensa por su valor.

3ª. La versión que va ganando terreno es la que nos narra que en la casa donde se encuentra el cuerpo vivía una familia adinerada que hizo una aportación económica importante para la construcción de la Plaza de San Pedro en Roma. El Papa, en reconocimiento, le mandó este santo que estuvo en unas catacumbas unos 1500 años. Esta versión podría tener relación con la creencia de que es un mártir de la época del emperador Valeriano

Consecuencia de todas estas incertidumbres, no está reconocido como un santo oficial de la Iglesia

A pesar de todo lo dicho, hay algunas cosas que son ciertas: que está en La Malahá, que el pueblo se ha opuesto siempre que se le ha querido trasladar a otro sitio y que goza de una gran devoción como demuestran los exvotos que hay y que ha habido en la «capilla».

Después de todo, nos queda lo más importante: entrar a verlo. Para visitarlo tenemos que dirigirnos al  restaurante Asador Casa del Santo, que está al lado de la iglesia. Es un lugar ideal para comer o tomarse unas cervezas. Tanto la dueña de la casa y del bar,  Isabel, como su madre, Carmen, son muy atentas y están dispuestas a enseñar su tesoro a todo el que se acerque por el asador.

San Vicente de La Malahá
San Vicente de La Malahá. Granada. Capilla. Foto: Francisco López

Cuando entramos nos encontramos con una capilla con alfarje de madera de estilo mudéjar, lo que nos indica que puede ser del siglo XVI.

Lo primero que nos llama la atención es la Urna donde se encuentra «incorrupto» el cuerpo del santo, vestido como un soldado romano, con una espada en la mano derecha, una palma verde sostenida con la mano izquierda (símbolo del martirio), un cáliz (donde se recogía la sangre de los mártires) y un casco. Por los símbolos que hay y por la vestimenta que lleva se ha calculado que puede ser de los siglos III o IV d. de C.

San Vicente de La Malahá
San Vicente de La Malahá. Granada. Reliquias y exvotos. Foto: Francisco López

También encontramos un Sumario de indulgencias de 1784 otorgado por un arzobispo y varios obispos, lo que supone un cierto reconocimiento de la santidad de este personaje.

Otros elementos en los que podemos fijarnos son: un cuadro bordado de la Virgen de 1724, un pequeño cuadro de una Dolorosa, donación de Alonso Cano, seis relicarios en la parte superior de la urna que contienen huesos de santos, y otras reliquias y exvotos fruto de la gran devoción y confianza de la gente en su santo.

Me contaba Luis Ramón que, cuando todavía se hacía el servicio militar, las madres de La Malahá encomendaban sus hijos al santo para que los protegiera

Como dato curioso, en Lagos de Moreno, población de estado mejicano de Jalisco, se encuentra una urna similar a ésta con el cuerpo de San Hermión, mártir de los primeros siglos del cristianismo, parece que de la persecución de Diocleciano. Este mártir sí está documentado y, además, ha sido estudiado su cuerpo

Hasta aquí ha llegado nuestra ruta. Les recomiendo que se queden a comer en el Asador del Santo. Tienen unas carnes excelentes. Recomendado por mis amigos de La Malahá y por mi experiencia personal.

La vuelta la pueden hacer por Santa Fe y tomarse unos piononos en Casa Isla. Sería una gran forma  de terminar un estupendo día.

 

 

 

 

Barrio del Albaicín

                                                BARRIO   DEL ALBAICÍN    

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Barrio del Albaicín desde San Miguel Alto. Granada. Foto: Francisco López

Espero que mi buen amigo Rafael no tenga inconveniente que publique, antes de dar una explicación del barrio, lo que me ha mandado por el correo electrónico. Creo que es pura poesía, aunque esté escrito en prosa. Es prosa poética:

«Si te pienso…sueño, sueño que me quita el sueño, ¡Albayzín!

Con raíces en la Prehistoria, gestas únicas forjaron tu carácter indómito y belicoso.

Se levanta Helios y, cada mañana, se pasea por las umbrosas galerías de tus calles.

Al alba, el gallo… a lo lejos señala la madrugada, en medio del silencio embrujado de callejuelas desiertas y placetas vacías.

Si te pienso…sueño, sueño que me quita el sueño, ¡Albayzín!

El Sol, entretanto, busca refugio en la penumbra de tus patios y en la frescura de tus cármenes.

La luz cegadora, casi, se cuela por rendijas… de ventanas desajustadas y visillos entreabiertos.

Barrio de las alturas que, ensimismado por tanto resplandor, para ausentar a la noche… se viste de cal y se adorna de farolas

Si te pienso…sueño, sueño que me quita el sueño, ¡Albayzín!

Ruido de lebrillos de fajalauza y de zafas de blanco vidriado ofrecen un poco de agua fresca, para despabilar a chicos y grandes
La llamada de la calle se hace irresistible a los pequeños… ante voces persistentes y reconocibles.

Fogones de carbón azabache acarician, entre sus cálidos brazos, recipientes doloridos por los años, dejando escapar un olor familiar a café de cebada.

Si te pienso…sueño, sueño que me quita el sueño, ¡Albayzín!

Sobre aquel mar de tejados, rizados tirabuzones ascendían, deshilachándose, por un cielo incontaminado.

Ajetreo diario, deprisa siempre, siempre con algo por hacer. Faenas de la casa… realizadas por hábiles manos femeninas, agrietadas y zalameras.

Cuatro esquinas y tres estrellas y una sola calle del Agua… hasta llegar a Plaza Larga, bullanguera y festiva».

 

 Lo que pretendo con esta presentación del barrio del Albaicín no es hacer un estudio exhaustivo del mismo desde el punto de vista geográfico, histórico, artístico, etc. sino darle, a todas las personas que nos visitan, unos elementos y unas referencias básicas para que sepan dónde se encuentran y, de esta manera, despertar en ellas una inquietud que, unida a la curiosidad innata de toda persona, les lleve a descubrir un barrio que es algo más que un barrio: es un lugar Patrimonio de la Humanidad.

UBICACIÓN

El barrio del Albaicín se encuentra ubicado al pie del cerro de San Miguel, en la colina que se alza en la margen derecha del río Darro, enfrente de la Alhambra.

Esta ubicación condicionará mucho su estructura y el trazado de sus calles, pero sin perder de vista el concepto que de barrio y de calle se tenía en el mundo musulmán. Más adelante hablaremos de ello.

¿DE DÓNDE PROCEDE EL NOMBRE ALBAICÍN?

Los historiadores y los investigadores no se ponen de acuerdo en la procedencia del nombre y dan tres versiones distintas:

a) Para unos historiadores, el nombre procede de los habitantes de la ciudad de Baeza que, tras la batalla de las Navas de Tolosa en 1212, y, sobre todo, tras la conquista de la ciudad por Fernando III el Santo en 1227, abandonan Baeza para trasladarse a la ciudad de Granada y se instalan en la parte alta del Albaicín, fuera de las muralla de la Alcazaba Qadima. Estos pobladores eran los Al-Baezzin o Al-Bayyazin. De ahí el nombre

b) Para otros historiadores, entre ellos Luis Seco de Lucena, el nombre proviene del término árabe Rabad al-bayyasin, que se podría traducir como «Barrio de los Halconeros» por la importancia que tenía, entre ellos,  la cetrería.

c) Otros afirman que el nombre procede de un término árabe que significa «barrio en cuesta» o «barrio en pendiente», como se atestigua en los Papeles del Darro

Cualquiera que sea la explicación, lo que a nosotros nos interesa es el nombre: Albaicín

¿QUÉ ENTENDEMOS CUANDO NOSOTROS DECIMOS: ALBAICÍN?

Cuando nosotros hacemos referencia al Albaicín nos estamos refiriendo a una barrio de Granada cuyos límites son: La Acera de San Ildefonso, la Puerta y calle Elvira, Plaza Nueva, Carrera del Darro, Paseo del Padre Manjón (Paseo de los Tristes), Cuesta del Chapiz, Calle de San Luis y Camino de San Antonio.

Hasta que se generalizó el nombre de Albaicín, en el siglo XV, para todo el espacio que hemos delimitado con anterioridad, existían distintos barrios en la colina, ya que, según Torres Balbás, los barrios de las ciudades hispanomusulmanas eran de muy desigual extensión y, con frecuencia, reducidísimos: algunos comprendían una sola calle

a) La Alcazaba Qadima. Recinto amurallado ( se fue ampliando con el paso del tiempo: la Alcazaba Gidida)) y que englobaba lo que, actualmente, es el núcleo central del barrio:  La Plaza de San Nicolás, la Plaza de San Miguel Bajo, las Tomasas, hasta San Juan de los Reyes.

b) El Albaicín. Arrabal , fuera del recinto amurallado, situado en la parte oeste del Cerro de San Miguel y en la cara sur del Cerro de San Cristóbal. Es decir, al norte de la Alcazaba Qadima. Algunos autores desgajan del Albaicín el núcleo de Al – Bayda

c) El Zenete. Arrabal ubicado en la ladera oeste del actual barrio, dominando la parte baja de la ciudad y la vega de Granada. Su límite es la calle Elvira. Zenete significa «en ladera»

d) Los Axares. Arrabal comprendido entre San Juan de los Reyes y el río Darro. En este barrio se asentaron la nobleza (también en el Realejo) y las clases pudientes tras la conquista de la ciudad de Granada, de ahí la cantidad de palacios que hay en el mismo.

Este conglomerado formado por la Alcazaba Qadima, el Albaicín, el Zenete y los Axares, es el actual barrio del Albaicín

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Plano del Albaicín Musulmán. Francisco López

EL ENTRAMADO URBANO DEL ALBAICÍN

Para entender el entramado urbano que define al Albaicín, vamos a acudir a D. Leopoldo Torrés Balbás, insigne arquitecto y restaurador, que estuvo trabajando en la restauración de la Alhambra y el Generalife.

En su libro «Las ciudades hispano-musulmanas» nos hace una descripción que podemos aplicar perfectamente al Albaicín y que refleja, de manera exacta, lo que era antes de las transformaciones que se produjeron tras la conquista de la ciudad y la cristianización del barrio.

En toda ciudad hispano-musulmana existía un núcleo central amurallado (La madina o medina) y una serie de arrabales relativamente autónomos y casi siempre protegidos por una cerca (la del Albaicín era la cerca de Don Gonzalo) independiente de las murallas de la Medina.

Los arrabales se componían de barrios de muy desigual extensión, algunos tan pequeños que  constaban de una sola calle. Estos barrios tenían puertas en sus extremos que se cerraban de noche (esto hacía posible que en tiempo de revueltas pudieran resistir tiempo en los barrios. Un ejemplo lo tenemos en el enfrentamiento de Boabdil con su tío El Zagal por el trono de Granada)

Las gentes se agrupaban en los barrios por su origen (al Baezzin), por su actividad comercial (Al-Fajjarin: los Alfareros), por su situación topográfica (Alhacaba: la Cuesta), etc. 

La separación y el aislamiento de los arrabales, los barrios y las calles; la angostura y tortuosidad de estas últimas; los pasadizos y los muros y puertas de cerramiento, respondían a una necesidad primordial de defensa.  En períodos frecuentes de inseguridad y revueltas, si la cerca exterior protegía del enemigo, todos esos otros obstáculos eran necesarios para defenderse del interior, más peligroso por más cercano. Los vecinos para disfrutar de una relativa tranquilidad necesitaban vivir apretados unos con otros.

Además de esa necesidad de defensa, el trazado de las calles traducía el concepto que de la vida urbana tenían sus habitantes. La gente acudía a la parte central de la ciudad para sus actividades religiosas, artesanales, comerciales, pero sus viviendas se escondían en el fondo de callejones apartados y silenciosos

Una de las características que diferenciaban a las ciudades musulmanas era el trazado de sus calles. Del centro arrancaban calles angostas, quebradas, tortuosas, de las que partían un gran número de callejones sin salida que se ramificaban como un laberinto. Las calles se consideraban vías privadas, propiedad de los vecinos por las que accedían a sus casas.

En las ciudades islámicas son las casas las que al irse yuxtaponiendo determinan las calles. Así se explica su trazado.

 En el interior de su recinto no existían grandes espacios libres. En la red de calles y callejuelas que se cortaban, el caprichoso ensanchamiento o el cambio de dirección formaban como pequeñas plazoletas de reducida superficie. Junto a las mezquitas solía haber una plaza un poco más amplia

Así nos describe Torres Balbás lo que eran las ciudades musulmanas  y sus barrios, pero esta fisonomía del barrio va a cambiar con el paso del tiempo

Tras la conquista de la ciudad, se inicia una proceso de cristianización que cambiará, en cierta medida, el entramado urbano del barrio:

– Se levantarán 23 iglesias parroquiales, muchas de ellas sobre antiguas mezquitas: San José, San Bartolomé, San Miguel Bajo, El Salvador, San Luis, San Cristóbal, San Juan de los Reyes, San Andrés, etc.

– Muchas calles son producto de reformas que favorecerán nuevas alineaciones y darán mayor amplitud a las mismas con el objeto de controlar mejor las posibles sublevaciones  (el Albaicín era muy dado a ellas)

– Las casas domésticas fueron adaptadas y ampliadas por los nuevos propietarios cristianos.

– Se incrementa el tamaño de «los cármenes» (un carmen era una finca rústica de pequeñas dimensiones que contiene vivienda y jardín – huerto) ya que los habitantes que quedaron tras la expulsión de los moriscos, fueron ocupando las viviendas vacías y las unieron a las propias.

– Se levantan palacios para los nobles o familias pudientes (Casa de Castril, Casa de Ágreda, Palacio del Almirante, Palacio de Carvajal, Casa de los Pisas), se construyen edificios públicos (La Real Chancillería), se realizan reformas urbanas (Plaza Nueva), se urbaniza la Carrera del Darro, se construyen conventos  o monasterios (Santa Isabel la Real, convento de Zafra, de las Tomasas, de la Concepción), se ampliaron y retocaron plazas (San Nicolás, Plaza Larga, San Miguel Bajo), se abre la Calle Pagés para darle una salida a la carrera del Darro hacia la carretera de Murcia, etc.

La conjunción del barrio musulmán y las transformaciones surgidas a partir del siglo XVI, hacen del Albaicín un lugar único y con un patrimonio impresionante.

¿QUÉ PODEMOS VER EN EL ALBAICÍN?

Aquí solamente haré una enumeración de lo más significativo. Los apartados referentes a Aljibes e Iglesias  tienen unas entradas específicas en el bloc. En lo referente a Monasterios y conventos, así como a Palacios, Casas Nobles y casas moriscas, se hace referencia a muchos de ellos en las rutas programadas bajo el apartado: «Plazas del Albaicín»

ALJIBES:

Aljibe de San Ildefonso: Calle Sacristía de San Ildefonso

Aljibe de San Cristóbal o de la Xarea: lateral iglesia de San Cristóbal

Aljibe del Colorado: Calle Larga de San Cristóbal

Aljibe de San Bartolomé: Iglesia de San Bartolomé. Plaza de San Bartolomé

Aljibe de Paso: Calle de San Gregorio Alto

Aljibe de la Cruz de Piedra o de los Conversos: Plaza Cruz de Piedra

Aljibe de San Luis. Calle San Luis

Aljibe de Santa Isabel de los Abades. Calle San Luis

Aljibe de la Vieja: Plaza Aljibe de la Vieja

Aljibe de Polo. Calle Panaderos

Aljibe del Salvador: Plaza del Salvador

Aljibe de Bibalbonud. Placeta del Abad. Lateral del Salvador

Aljibe de Peso de la Harina. Cuesta del Chapiz

Aljibe de las Tomasas. Callejón de las Tomasas

Aljibe de los Negros o de la Cuesta de las Tomasas. Cuesta de las Tomasas

Aljibe de Trillo. Plaza de Trillo

Aljibe de San Nicolás. Plaza de San Nicolás

Aljibe del Rey o Viejo. Plaza Cristo de las Azucenas

Aljibe de San Miguel Bajo. Plaza de San Miguel Bajo. Iglesia

Aljibe de San José. Calle San José. Iglesia de San José

Aljibe del Zenete. Calle Zenete

Otros aljibes en edificios privados: Aljibe de la Alhacaba, Aljibe de la Gitana (Carmen de la Muralla), Aljibe de la Colegiata del Salvador, Aljibe de la Plaza de la Cruz Verde, Aljibe del Gato, Aljibe de la placeta de Oidores.

IGLESIAS:

Iglesia de San Ildefonso. Acera de San Ildefonso

Iglesia de San Cristóbal. Plaza de San Cristóbal

Iglesia de San Bartolomé. Plaza de San Bartolomé.

Iglesia de San Gregorio Alto o Magno. Calle San Gregorio Alto

Iglesia de San Luis (en ruinas). Calle San Luis

Iglesia de San Nicolás. Plaza de San Nicolás

Iglesia de San Miguel Bajo. Plaza de San Miguel Bajo

Iglesia de San José. Calle San José

Iglesia de San Gregorio Bético. Calle San Juan de los Reyes 1

Iglesia San Juan de los Reyes. Calle San Juan de los Reyes

Iglesia de San Pedro y San Pablo. Carrera del Darro

Iglesia de San Gil y Santa Ana. Plaza Nueva

Iglesia de los Hospitalicos. Calle Elvira

Iglesia de Santiago. Calle Marqués de Falces (antiguamente daba a calle Elvira)

Iglesia de San Andrés. Calle Elvira

Capilla de San Juan de Dios. Principio calle Elvira, cerca  Puerta Elvira

Capilla de San Cecilio. Callejón de San Cecilio

Ermita de San Miguel Alto (estaría integrada en el Sacromonte)

CONVENTOS – MONASTERIOS:

Monasterio de Santa Isabel la Real. Calle Santa Isabel la Real

Convento de Santo Tomás de Villanueva (las Tomasas). Callejón de las Tomasas

Monasterio de la Concepción. Plaza de la Concepción

Convento de Santa Catalina de Zafra. Carrera del Darro

Convento de San Bernardo.  Carrera del Darro

Convento de Cristo Rey. Calle San Gregorio Alto

Convento de la Merced. Acera de San Ildefonso

Convento de Santa Inés. Calle Santa Inés

PALACIOS , CASAS NOBLES Y CASAS MORISCAS:

Casa de los Pisas. Calle de los Pisas

Casa del Castril (Museo arqueológico). Carrera del Darro

Palacio del Almirante. Plaza del Almirante. Junto iglesia San José.

Casas del Chapiz (Escuela de Estudios Árabes). Cuesta del Chapiz

Casa de Ágreda. Cuesta de Santa Inés

Casa de Zafra. Calle de Zafra

Casa de Porras. Placeta de Porras

Casa Palacio de Santa Inés. Cuesta de Santa Inés

Palacio de Carvajal. Carrera del Darro

Palacio de los Córdova. Cuesta del Chapiz

Casa de los Migueletes. Condes de Benalúa. Calle Benalúa

Casa de los Mascarones. Calle Pagés

Casa de Yanguas. Cuesta del Chapiz

Casa Horno de Oro. Calle Horno de Oro

Palacio de Dar-Al-Horra. Callejón de las Monjas

 

 

Los aljibes del Albaicín

LOS ALJIBES DEL ALBAICÍN

Cuando oímos hablar de Granada, nos viene a la mente: un monumento, la ALHAMBRA, una barrio; el ALBAICÍN, y un paseo con los amigos degustando un elemento que apasiona a los visitantes, las TAPAS. Hoy nos quedamos con el Albaicín. Barrio declarado Patrimonio de la Humanidad en 1994.

De todo lo que ofrece este barrio singular: calles, plazas, iglesias, monasterios, palacios, aljibes, vistas … nos quedamos con los aljibes.

Decir aljibes, es decir agua, y para comprender la importancia que ésta tiene en el Albaicín y, por extensión, en el mundo islámico, tenemos que hacer una breve referencia a lo que el agua supone en el mundo musulmán:

. El agua significa el origen de la vida y del conocimiento.
“¿Es que no han visto los infieles que los cielos y la tierra estaban unidos y los separamos? ¿Y que hicimos provenir del agua a todo ser viviente?” Corán 21 – 30
“Allah ha creado a todos los animales del agua” Corán 24 – 45

. El agua es un símbolo poderoso de renacer y vivificación
“ Y hacemos descender del cielo un agua pura para vivificar con ella a una tierra muerta y dar de beber a rebaños y seres humanos” Corán XXV 48 – 49

. El agua representa la pureza. Con ella el hombre realiza su higiene corporal y su purificación espiritual antes de los rezos, por eso es uno de los elementos importantes en todas las mezquitas.

. El agua es un don perteneciente a todos por igual y hay que saberla administrar y usar.

Con esta perspectiva religiosa, purificadora y social nos acercamos a los aljibes del Albaicín

Los aljibes son uno de los grandes patrimonios del Albaicín. Estos depósitos de agua tenían una doble función: Abastecer de agua a la población del barrio, que llegó a tener una alta densidad en la época nazarí, y una función religiosa, ya que gran parte de ellos estaban asociados a mezquitas como elemento purificador antes de entrar a rezar.

El agua que llegaba al Albaicín procedía, fundamentalmente, de la Acequia de Aynadamar, construida en el siglo XI por el emir zirí Adb Allah. El origen de la acequia está en Fuente Grande (llamada así por ser el manantial más caudaloso del entorno de Granada), antiguamente llamada Fuente de las Lágrimas (Ayn al-Dama), situada en el término municipal de Alfacar. En la actualidad sólo llega hasta el Fargue, ya que, de ahí en adelante, se ha perdido. Otro punto de abastecimiento procedía del río Darro por la Acequia de San Juan que entraba por detrás del Palacio de los Córdova y discurría por la calle San Juan de los Reyes

El agua de la Acequia de Aynadamar entraba subterráneamente por la Puerta de Fajalauza, situada en la parte alta del Albaicín y, a través de 12 ramales, abastecía de agua a los aljibes, tanto públicos como privados

Hasta nosotros han llegado un total de 28 aljibes, en su mayoría, de época islámica, construidos entre los siglos X y XV y que se han mantenido, en mejor o peor estado, porque estuvieron en uso hasta mitad del siglo XX.. Después se abandonaron y fue a partir de los años 80 del siglo  cuando el Ayuntamiento de Granada realizó una primera actuación de recuperación de los aljibes. El año 2004, con los fondos europeos URBAN (2000 – 2007) de los que se benefició la ciudad de Granada y la colaboración de la Fundación Emasagra, se rehabilitaron nuevamente. De los 28 aljibes, 26 están en el Albaicín, uno en el Realejo (antiguo barrio judío) y otro en la Medina, donde está la catedral. La finalidad de los aljibes era doble: Que el agua estuviera en reposo para que se depositaran las partículas en suspensión y almacenar agua suficiente para el abastecimiento de la población.

En la actualidad se encarga de la gestión de los aljibes la Agencia Albaicín en colaboración con la Fundación Agua de Granada. La Agencia se creó para encargarse de los asuntos y obligaciones adquiridas al ser declarado el barrio Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1994 como una extensión de la Alhambra y Generalife, declarados en 1984. Su sede está en la Casa de Zafra, junto a la Carrera del Darro

No hay un modelo único de aljibe: unos son rectangulares, otros tienen planta basilical, otros son circulares, algunos, en sus cubiertas, nos recuerdan construcciones iraníes, etc. También hay una gran variedad en cuanto a su tamaño: desde el más pequeño, el aljibe de San Luis con 4,5 m3, al más grande, el aljibe del Rey con 300 m3, pasando por otros de tipo mediano, como el aljibe de Trillo con 50 m3

En nuestro recorrido por los aljibes vamos a seguir dos rutas. La asignación a una ruta u otra la he hecho teniendo en cuenta su ubicación.

ALJIBES UBICADOS EN LA ALCAZABA ANTIGUA ( CADIMA O VIEJA Y YIDIDA)

Empezamos nuestra ruta por el Aljibe de San José con una capacidad de 71 m3. Se encuentra situado junta a la Iglesia y el Alminar de San José. Estuvo asociado a la mezquita Al – Morabitin ( la mezquita de los Ermitaños). Siguiendo por la calle de San José salimos a la plaza de San Miguel Bajo, donde, adosado a la iglesia, encontramos el Aljibe de San Miguel de 90 m3 de capacidad y que posee una bonita portada. Este aljibe estaba asociado a una mezquita situada donde se alza la iglesia actual. Continuando nuestra ruta, tomamos la C/ Santa Isabel y por la C/ Pilar Seco, nos dirigimos a la Plaza del Cristo de las Azucenas donde se encuentra el Aljibe del Rey o Viejo, el más grande y el más antiguo del Albaicín, con una capacidad de 300 m3 y con una planta basilical similar a la de los aljibes bizantinos. Este aljibe abastecía desde el siglo XI las huertas y dependencias del Rey Badis de la dinastía Zirí. Su interior se ha acondicionado para poder ser visitado. Dejamos este aljibe y por la calle Aljibe de la Gitana en dirección a la Puerta Nueva o Arco de las Pesas nos encontramos el Carmen de la Gitana donde se encuentre el Aljibe de la Gitana, llamado así por una leyenda en la que la Gitana María se tira a un aljibe al ser liberada de la cárcel y no poder casarse con el hombre al que amaba, porque había muerto. Este aljibe no se puede visitar. A partir de aquí nos dirigimos, por el Callejón de San Cecilio, hasta la Plaza de San Nicolás. Aquí encontramos el Aljibe de San Nicolás con una capacidad de 62 m3. La bóveda que se ve y el pilar de dos caños es de los años 40. La portada con hornacina nos hace pensar que su origen es cristiano y se hizo después de la toma de ciudad de Granada. Sustituyó al aljibe de la mezquita sobre la que se levantó la Iglesia de San Nicolás. El agua que sale por sus caños es potable. Bajando de la plaza de San Nicolás por la Cuesta de las Cabras, llegamos al Carril de las Tomasas donde se encuentra el Aljibe de las Tomasas con una capacidad de 154 m3 y que es un ejemplo de aljibe construido con técnicas helenísticas y bizantinas. Siguiendo nuestra ruta por la Cuesta de las Tomasas y en una placeta con empedrado granadino, encontramos el Aljibe de los Negros o de la Cuesta de las Tomasas con una capacidad de 15 m3. Tiene una planta circular que nos recuerda la forma de las cisternas romanas y que está rematado por una lumbrera cenital que exteriormente se configura como un brocal por donde se extraía el agua. Seguimos por la Cuesta del Aljibe de Trillo, llegamos a la plaza del mismo nombre y, en ella, encontramos uno de los aljibes más conocidos del Albaicín: el Aljibe de Trillo de 50 m3 de capacidad, con una portada rematada por un arco de herradura apuntado y que posee restos de azulejos del siglo XVIII. Este aljibe debe su nombre a que en la calle donde se encuentra vivió el poeta barroco granadino Juan de Trillo y Figueroa

En este espacio de la Alcazaba Vieja existen otros aljibes que, por estar en propiedades privadas, no son visitables, a no ser que sus inquilinos tengan la amabilidad de abrirnos sus puertas. Estos aljibes son: Aljibe de la Plaza de la Cruz Verde, Aljibe del Gato, Aljibe de la Placeta de Oidores

ALJIBES UBICADOS EN EL ARRABAL DEL ALBAICÍN

Bajo este título agrupamos a todos aquellos aljibes que estaban fuera de las murallas de la Alcazaba Qadima o Vieja

Empezamos nuestro itinerario en la parte baja del Albaicín, junto a la Iglesia de San Ildefonso. Subiendo por la C/ Sacristía de San Ildefonso en dirección a la Cuesta de la Alhacaba, encontramos el Aljibe de San Ildefonso con una capacidad de 39 m3. Presenta una profunda portada con una cubierta de cañón y que fue utilizada como almacén hasta que se restauró en 1985. Salimos a la Cuesta de la Alhacaba y en el nº 100 de la misma hay un aljibe, el Aljibe de la Alhacaba, que no es visitable. Siguiendo la calle y antes de llegar a la Plaza Larga, uno de los centros del Albaicín, tomamos a mano izquierda hacia la C/ Larga de San Cristóbal. En esta calle, en su número 20, encontramos el Aljibe Colorado de 35 m3 de capacidad. Hay dos versiones que explican el nombre del aljibe: una hace referencia al arco de herradura rojo raspado de la portada primitiva, y la otra, al color de su agua, pues debía atravesar alguna veta ferruginosa. Siguiendo la calle, llegamos a la Carretera de Murcia. Al otro lado de la carretera se encuentra la Iglesia de San Cristóbal. Bordeando la Iglesia encontramos el Aljibe de San Cristóbal o de la Xarea con una capacidad de 13 m3. Es uno de los aljibes más singulares del Albaicín, ya que se encuentra en un foso de 6,5 metros de profundidad. Estaba asociado a la mezquita del barrio de la Saria o de la Explanada, sobre la que se edificó la iglesia. De vuelta a la calle Larga de San Cristóbal, nos dirigimos hacia la Plaza de San Bartolomé por el Callejón Mataderillo. En esta bonita plaza encontramos el Aljibe de San Bartolomé de 30 m3 de capacidad y que está adosado a la iglesia de San Bartolomé, que se construyó sobre el solar de la mezquita Al – Burriana. El aljibe se encuentra debajo del baptisterio de la iglesia. De aquí nos dirigimos por la calle Carniceros a la Plaza de Carniceros para, cruzando la c/ Pagés, subir por la calle de San Gregorio Alto. En esta calle se encuentra el Aljibe de Paso, llamado así porque era un aljibe de sedimentación de limos. Era el único que no tenía regulado las horas de llenado. Tiene una capacidad de 12 m3. Está situado en el ramal principal de la acequia de Aynadamar. Siguiendo la calle, llegamos a la Plaza de la Cruz de Piedra, cerca de la Puerta de Fajalauza, por donde entraba la acequia al Albaicín. En esta plaza encontramos el Aljibe de los Conversos ( porque, según el investigador Seco de Lucena, aquí estuvo la mezquita de los Conversos) o Aljibe de la Cruz de Piedra. Tiene una capacidad de 17 m3. Saliendo de la placeta, entramos en la calle San Luis y pasada la iglesia de San Luis, en ruinas, salvo la torre, se encuentra el Aljibe de San Luis, el aljibe más pequeño del Albaicín, con una capacidad de 4,5 m3. Era un aljibe de decantación de limos, situado en un ramal secundario de la acequia de Aynadamar. En la misma calle, unos metros más abajo, nos encontramos el Aljibe de Santa Isabel de los Abades, que estaba asociado a la iglesia de santa Isabel de los Abades y que fue demolida en el siglo XVII La fachada está parcialmente oculta por la rasante de la calle. Enfrente del aljibe, parte la c/ Aljibe de la Vieja que nos lleva a la recoleta Plaza Aljibe de la Vieja, donde se encuentra el Aljibe de la Vieja con una capacidad de 31 m3. Su nombre proviene de una leyenda: la leyenda de la Vieja. Pudo estar asociado a una Rábita ( fortaleza militar y religiosa musulmana) o a una mezquita. Del aljibe de la Vieja salimos, por calles estrechas (Mentidero, San Buenaventura), hacia la plaza Aliatar, comúnmente llamada plaza de los caracoles. Atravesamos la calle Pagés y vamos hacia la calle Panaderos por la calle aljibe de Polo, donde se encuentra el Aljibe de Polo de 50 m3 de capacidad, que estaba asociado a un pequeño cementerio musulmán y la mezquita de la Buenaventura. Bajando por la c/ Panaderos salimos a la Plaza del Salvador donde se encuentra el Aljibe del Salvador de 19 m3 de capacidad. Dentro de la Colegiata del Salvador, que se encuentra en la misma plaza, hay otro aljibe, en el patio de lo que fue la mezquita mayor del Albaicín. Vale la pena entrar para ver la colegiata. Cerca de la colegiata, en la Placeta del Abad, se encuentra el Aljibe de Bibalbonud de 21 m3 de capacidad, situado cerca de la Puerta de los Estandartes, donde se enarbolaba el primer estandarte cuando se proclamaba un nuevo rey. El agua de su pilarillo es potable. De nuevo volvemos a la plaza del Salvador y tomamos dirección a la Cuesta del Chapiz, donde encontraremos el último aljibe de este recorrido: el Aljibe del Peso de la Harina de 22 m3 de capacidad. El nombre le viene por su proximidad a la Plaza Peso de la Harina donde se pesaba la harina en el siglo XVII. Este aljibe estaba asociado a la mezquita del Jorobado.

Para terminar nuestra visita a los aljibes del Albaicín, hago una referencia breve a tres aljibes que nos quedan, uno en el Albaicín y los otros dos fuera de él:
Aljibe del Zenete de 37 m3 de capacidad, situado en la c/ Zenete, en el antiguo barrio del Zenete, que significa en pendiente, en ladera, y que da hacia la calle Elvira
Aljibe de Rodrigo del Campo en el barrio del Realejo. Podemos acceder desde Plaza Nueva, Plaza de Cuchilleros y Cuesta Rodrigo del Campo
Aljibe de la Mezquita Mayor donde hoy se encuentran la Catedral y la Capilla Real

Las aguas de Aynadamar feroces e impetuosas en las fauces de las cárcavas, saltarinas en las fuentes y risueñas en los pilares, se amansan en la quietud del aljibe albaicinero.

Aljibe de San José o de la Aljama Al-Morabiti

Se construyó en el siglo XI y pertenece a la época Zirí

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Aljibe de San José o de la Mezquita Al Morabiti. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

Está ubicado entre el alminar zirí de San José y la iglesia parroquial de San José, asociado a la mezquita Al – Morabiti.
Su capacidad es de 71 m3. Su planta es rectangular cubierta con bóvedas de arista y de cañón. Presenta dos lumbreras cenitales para extraer agua directamente desde la mezquita, primero, y desde la iglesia, después. El coro de la iglesia se encuentra sobre el aljibe.

Aljibe de San Miguel Bajo

Se construyó en el siglo XIII en la época de la dinastía Nazarí

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Aljibe de San Miguel Bajo. Albaicín. Granada. Foto: Francisco López

Está integrado en la Iglesia de San Miguel Bajo (en la actualidad se denomina Nuestra Señora de la Aurora y san Miguel Bajo), perteneciente a una antigua mezquita sobre la que se levanta la iglesia actual.
Tiene una capacidad de 90 m3 y su planta es irregular, con un callejón de forma quebrada de 4,84 metros de largo, que va de la boca a la sala central con forma rectangular de 5,53 metros de largo y 3 metros de altura. La sala está cubierta con cuatro bóvedas de cañón sostenidas por un pilar central. Al exterior presenta arco de herradura apuntado, de ladrillo, con alfiz, sobre dos fustes y capiteles de origen romano. Toda la portada está rodeada por un arco de ladrillo para evitar el peso del muro sobre la misma.
En una capilla interior, a la izquierda, se ve una de las bóvedas del aljibe